Pocas pruebas que se disputen en una comunidad autónoma pueden llegar a reflejar a nuestra tierra como lo hace la Vuelta Ciclista a Andalucía. Bien es cierto que no puede cubrir en su recorrido todos los territorios, pero la Ruta del Sol, en este 2022, ha tenido el acierto de buscar en el interior de nuestra comunidad los rincones más bellos y recónditos para aumentar el nivel deportivo de la prueba.

No es fácil concentrar en cinco etapas un numero tan elevado de puertos de montaña, no superar un recorrido medio de 155 kilómetros al día, y sobre todo, de lograr un entendimiento total entre lo publico y lo privado a nivel organizativo.

Pueblos completos volcados con el evento, tanto en las salidas como en las metas, y en aquellos municipios que veían como la ronda andaluza “volaba” por sus calles.

Llegadas casi imposibles como la de Iznájar, Alcalá La Real, o Chiclana de Segura hacen que el nivel de la prueba suba de forma espectacular. Tanto es así, que cada una de las cinco etapas han resultado de los más competitivas, con continuas aventuras de los más arriesgados en busca de su particular trofeo: bien el de la montaña, el de las metas volantes, el de la regularidad, o el más cotizado, ese maillot amarillo que en esta edición ha conseguido Wouter Poels, un ciclista que asestó un golpe de autoridad en la etapa del sábado, que concluía en Baza, donde demostró su potencia, refrendada ayer domingo en Chiclana de Segura, con un sprint que mostraba su plenitud de fuerzas al final de la Vuelta a Andalucia.

Y todo sin olvidar el magnifico papel de un almeriense, Cristian Rodríguez que ha conseguido, luchando hasta el final de la ultima etapa, subir al podium de la Ruta del Sol, de su tierra, en segunda posición, desplazando a uno de las figuras mas significativas del pelotón, “Superman” López, que ha tenido que firmar una tercera posición.

Mención especial para un “currante del pedal” como Jon Barrenetxea, que se hizo con el triunfo en la general de la montaña, para lo cual tuvo que meterse en tres escapadas en tres etapas de las cinco disputadas.

En definitiva, gran nivel deportivo que necesariamente tenia que llegar después del innegable triunfo de Deporinter, la empresa organizadora, y de las instituciones que han colaborado con la Vuelta. Ayuntamientos, Diputaciones, instituciones, la propia administración regional, y un incontable ramillete de empresas privadas, grandes y pequeñas, que han hecho posible que Andalucía brille a nivel mundial con una prueba que, detrás de las grandes vueltas nacionales y las contadas clásicas europeas, cuenta con cada vez mas personalidad y peso especifico en el calendario mundial del ciclismo.

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