El plan de ahorro energético impuesto desde el Gobierno entra en vigor a partir de este miércoles a medianoche. Un plan que ha suscitado recelo y polémica desde el inicio hasta el momento de su aplicación. Y es que, las quejas han llovido por parte de las comunidades autónomas en las que lídera el PP y entre los sectores afectados como es el de la hostelería.

Así, desde la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia han mandado un comunicado en el que su presidente, Antonio Luque, manifestaba que seguirían las medidas establecidas por dicho plan, entre las que está la de mantener la temperatura del aire acondicionado a 25 grados como mínimoen los bares y restaurantes.

Este caso es una excepción de la hostelería sevillana, que ha conseguido acogerse al decreto 486/1997 y rebajar dos grados la temperatura previemente establecida por el Gobierno central, que era de 27. De esta forma, apuestan por la salud de los trabajadores así como por el confort de los clientes, según ha explicado Luque. Unos grados que para ellos marcan la diferencia y, sobre todo, en una ciudad tan calurosa como es la capital andaluza.

Sin embargo, desde la Patronal Sevillana han mostrado su descontento por la falta de comunicación ya que "son momentos muy complicados en España y se necesita más que nunca consenso, sentido común, unidad y diálogo, sobre todo con los empresarios del sector privado que son los que levantan la persiana a diario y tiran del carro sin descanso.".

Por su parte, los dependientes de las tiendas y locales del centro de Sevilla también manifestaban su desacuerdo con la subida de grados en el aire acondicionado, muchos de ellos explicando que ponían el aire a 21 y pasaban calor. A lo largo de los días se verá cómo afecta las medidas de limitación climática al sur del país, en el verano más caluroso de España desde que hay registros.