Casi 50 tiendas de las calles Francos, Álvarez Quintero, Chapineros, Chicarreros y Blanca de los Ríos, en pleno centro de Sevilla capital, han alertado de que el sector se está "desangrando" por la notable caída en el número de clientes y en las ventas, reclamando un "plan de rescate" basado en nuevas medidas de "ayuda económica, rebajas fiscales o moratorias para las hipotecas de locales".

En un manifiesto, los responsables de estos comercios exponen que meses después de finalizar el estado de alarma decretado contra la pandemia de coronavirus Covid-19 y las restricciones del mismo en materia de actividad económica y movilidad, su trasiego de clientes es "casi inexistente".

"El comercio del centro de Sevilla está muy afectado por la falta de turistas tanto extranjeros como nacionales", indican señalando la drástica reducción del número de viajeros que acuden a la capital andaluza, después de que no pocas voces avisasen de la expulsión de los habitantes del centro de la ciudad como consecuencia de la presión turística.

En ese sentido, exponen que los comercios de dicho entorno se encuentran en un "callejón sin salida", porque no está en sus manos "solucionar el miedo del público a la pandemia y a la terrible crisis económica" derivada de la misma, pese a que los comerciantes rebajen los precios hasta "tirarlos" y "devalúen" su condición de profesionales.

"No necesitamos palmaditas en la espalda ni reconocimientos, sino negociar ayudas económicas, rebajas fiscales, moratorias para las hipotecas de locales y un plan de rescate", consideran en demanda de "grandes soluciones para un gran problema", pues para "aguantar" esta situación, los pequeños comerciantes se ven obligados a "acudir a los bancos", los créditos ICO "y demás formas de conseguir liquidez", lo que implica "más y más endeudamiento" hacia una situación que puede volverse "insostenible".

Y es que pese a las medidas orquestadas por las administraciones local, autonómica y nacional en respaldo a los autónomos o pequeñas y medianas empresas afectadas por la nueva crisis, en el caso de la prestación estatal por cese de actividad, por ejemplo, la prórroga de la misma está sujeta a unas condiciones tan "difíciles de cumplir" en el plano administrativo, que muchos comerciantes han renunciado a la misma pese a que sí cumplen los requisitos en la práctica.

"Nos estamos desangrando y vemos cómo van cerrando locales a nuestro alrededor, con la consiguiente tragedia familiar que eso conlleva. Mientras estemos con los negocios abiertos seremos contribuyentes, cerrados seremos otra carga más para el maltrecho estado del país", alertan, en demanda de medidas institucionales de apoyo porque afrontan la "ruina total".