Llamadas por teléfono, visitas periódicas al domicilio y consejos para hacer frente al calor. Son las herramientas que pone en marcha la Consejería de Salud y Familias para prevenir y minimizar las consecuencias del calor y las altas temperaturas.
Estos días se hace un seguimiento, especialmente a las personas más vulnerables. Se trata de mayores de 65 años y pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad o por tomar medicamentos que pueda influir en la adaptación del organismo al calor.
Con las tareas de seguimiento se logra identificar situaciones y problemas del paciente e interconectar a los servicios de salud. También facilita poner en marcha mecanismos de control y actuaciones para minimizar los efectos de las altas temperaturas, medidas para las que en el mes de junio se efectuaron un total de 983 llamadas.