Un delincuente entraba anoche en la pizzería con el rostro cubierto y portando un arma, con la que amenazó a una empleada mientras pedía que le entregaran la caja fuerte. En un momento del atraco, el ladrón se puso nervioso y realizó un disparo que alcanzó en la pierna a uno del los trabajadores. Poco después conseguía huir en una bicicleta que había dejado aparcada en la puerta con un botín no superior a los 300 euros. El trabajador de la pizzería permanece ingresado en el hospital Virgen del Rocío.