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LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

La escalofriante historia que envuelve a un cortijo en Coín: "Un sonido similar al rascar de uñas"

En 'La Noche de Adolfo Arjona' descubren la escalofriante historia de un cortijo de Coín con el periodista Javier Pérez Campos, autor del libro 'Los Intrusos'

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Escucha la historia del cortijo de Coín en el programa 'La Noche de Adolfo Arjona'

Enrique Ortiz

Redactor COPE Málaga

Málaga

Tiempo de lectura: 4'Actualizado 16:04

Las casas encantadas suelen ser lugares que se han visto asaltados por la tragedia. Lugares en los que uno quizá no debería estar solo. Son sitios marcados por el horror y la muerte. En 'La Noche de Adolfo Arjona' se centran en varios casos, uno de ellos ocurrido en la localidad de Coín, concretamente en el cortijo Villalobos, donde algunos testigos aseguran que de las paredes sale un sonido similar al rascar de uñas. Javier Pérez Campos, autor del libro 'Los Intrusos', que edita Planeta; le cuenta a Adolfo Arjona esta inquietante historia que encierra este cortijo propio de principios del siglo XX.







RAMÓN ALQUILA EL CORTIJO EN 2017


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Todo ocurrió en el año 2017, cuando Ramón alquila la casa mencionada en Coín y descubre una habitación de techo bajo en la que se siente extrañamente atraído, por lo que decide que será su dormitorio. Durante las primeras noches no duerme bien, se siente raro, aunque quizá lo achaca al calor o al estrés. Pero un día, extrañado ya por las sensaciones que tiene en el dormitorio, se arma de valor y llama a una vidente, la cual ve a una mujer muy enfadada en el cortijo. Al parecer, esa mujer vivió durante la Guerra Civil en el cortijo y mantuvo una relación en secreto con un miliciano que le prometió un vestido, pero nunca se lo pudo regalar porque lo asesinaron antes. Pero la vidente le cuenta que esa mujer sigue esperando aquel vestido, incluso estando muerta.



La espeluznante historia que le cuenta la vidente dejó muy nervioso a Ramón, que apenas pudo dormir esa misma noche. A la mañana siguiente recibió una visita inquietante. Y es que la dueña de la funeraria que hay al lado le dice que ha soñado que quiere comunicarse con él. “En tu casa hay una escalera con forma de L que lleva hasta tu dormitorio. Puedo verla en la escalera. Compra un vestido y celebra un ritual nocturno, le cuenta la dueña de la funeraria. Ramón no se lo piensa y acude a comprar un vestido negro antiguo. Esa misma noche, sobre las tres de la madrugada, un enorme escalofrío recorre su cuerpo mientras sube la escalera, cuelga el vestido en la pared y enciende unas velas. Pasan los días y el vestido sigue colgado en el mismo lugar. Pero lo peor está por venir. Un socio de Ramón va a su casa. Al conocer la historia del vestido, decide quemarlo. A partir de ese momento, su vida se convierte en una pesadilla.



UNA TRAMPILLA EN EL ARMARIO DE LA HABITACIÓN



Javier Pérez Campos, autor del libro 'Los Intrusos' visitó el cortijo Villalobos en Coín. “En la habitación de Ramón había un armario empotrado que en su techo tenía una trampilla secreta que da a una habitación que se encuentra como a tres metros del suelo”, cuenta. En la investigación también le acompañó Luis Uriarte, que aportó la tecnología y además es el creador del canal de Youtube 'La guarida del tecnólogo'. “Introdujimos un pequeño robot con una serie de cámaras para estudiar ese hueco que estaba dentro del armario y confirmar que podíamos subir sin que hubiese un peligro”, apunta Luis Uriarte.






Javier Pérez es el primero que se adentra en la habitación secreta. “Me sorprende que no encuentro ratas ni ningún animal que pudiese estar provocando ese sonido de rascar y también me sorprende encontrar una vieja cadena colgando de una viga de madera. Al fondo había un arcón de madera que parece ser la clave de todo”, detalla. En dicho arcón, según la investigación, se pueden observar unas inscripciones escritas con ceniza. Concretamente lo que está escrito son tres palabras: Cristo, Sáenz, 72 días. “La conclusión es que las pudo hacer una persona que estuviese escondido en ese zulo porque esas palabras estaban escritas al revés en la caja, como si alguien la hubiese utilizado para colocársela encima y esconderse”, apunta Javier Pérez.



LA LLEGADA DEL VIDENTE ALDO LINARES



Uno de los momentos más escalofriantes de la investigación se produce cuando Aldo Linares llega a la casa. Aldo es un vidente que colabora en muchas ocasiones con Javier Pérez. “Le dije que íbamos a Málaga, ni siquiera le hice referencia a Coín, sin contarle más nada para ponerle a prueba a él. Cuando llega al cortijo lo primero que dice es que hay una mujer con los brazos en jarra que nos mira desde el balcón donde está el armario secreto. Cuando llegamos a la entrada se queda parado y pregunta qué pasó con lo quemado”, comenta.






Como es normal, Ramón se queda blanco en ese momento y Aldo también señaló un punto en el jardín y vuelve a hacer referencia a algo que se ha quemado. Según cuenta Javier, el vidente vuelve a hacer referencia a la mujer, de la que decía que también estaba en la escalera mirándonos con un gesto muy serio. “Después también habla de otro hombre con los ojos claros que tiene que ver con la vida de Ramón y que en el fondo tiene un mensaje para él. Ramón empieza a hablar con Aldo y rompe a llorar porque era un familiar suyo que murió en circunstancias muy trágicas".


Ramón decidió entregar las llaves y marcharse de aquella casa que solo le había traído malas experiencias. Pero la llegada de Aldo de hizo cambiar un poco la percepción de aquel sitio por la historia de su familiar fallecido. "Se marchó y dejó todas las ventanas abiertas para que entrase el aire y se purificara toda esa casa que tanto olía a cerrado; de esa manera consiguió pasar página”, concluye Javier Pérez, autor del libro 'Los Intrusos'


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