La situación de la cuenca del Guadalquivir es preocupante. No se hará ahora una declaración de sequía pero apenas se encuentra al 34%.
El presidente de la Confederación del Guadalquivir Joaquín Páez ha avanzado que está garantizado el consumo humano pero las últimas lluvias no han servido para mejorar los datos.
Páez ha aclarado que estos problemas "no afectarán al abastecimiento, ya que este está asegurado al menos dos o tres años, pero sí para el regadío, en el que habrá que afinar, atinar mucho y pensar en qué puede haber cambios y, desde luego, si no mejoran las cosas, habrá para hacer disminuciones dotaciones seguro".
"Va a haber mucho menos desembalse ya que hay que tener en cuenta que el año pasado se hizo el desembalse con 2.880 hectómetros cúbicos y ahora estamos en 1.500, lo que significa que faltan 1.300 para estar el como el año pasado y esperemos que durante el invierno y la próxima primavera se produzca, pero está la cosa complicada", ha concluido.