El joven Ismail Fernández, vecino de Salobreña, ha denunciado a través de las redes sociales que la compañía aérea de bajo coste Ryanair le impidiera volver a Málaga desde Londres porque las dimensiones de su silla excedían lo permitido por lo que tuvo que permanecer un día más en la capital londinense esperando que la solución se solucionara. Y se solucionó al día siguiente no sin antes tener que reclamar por activa y pasiva hasta que le concedieron un hotel donde poder alojarse hasta la salida de otro vuelo donde sí podía acceder con su silla

Lo más surrealista es que con esa empresa fue con la que voló de ida a Londres por lo tanto o en el viaje de vuelta las condiciones fueron más estrictas o fueron más permisibles en el de ida.

Lo que está claro es que Ismail tuvo que sobreponerse a otra “piedra en el camino” y no fue la primera, ya ha tenido controversia con taxis, autobuses y un largo etcétera pero nunca con un vuelo, hasta ahora. En el siguiente vídeo colgado en Youtube el propio protagonista explica en primera persona todo lo que tuvo que sufrar en esas 24 horas que fueron muy largas de protestas y reclamaciones para poder volar de vuelta hasta Málaga y de ahí emprender viaje hasta la costa tropical donde habita en la actualidad. 

 Ismail ha escrito un libro explicando las situaciones a las que él u otros compañeros se enfrentan y que están muy alejadas de la accesbilidad universal