Este martes es el último día en el que la Virgen de las Angustias se expone a la veneración de los fieles en el crucero de su templo. Actualmente se encuentra en un lateral de este espacio, pero durante la tarde del pasado domingo, coincidiendo con la jornada en la que estaba prevista su procesión, se situó ante el altar mayor, imagen que hemos divulgado en COPE. A partir de este miércoles ya estará en su camarín.

Vista desde el coro

La singular escena fue el motivo que llevó al reconocido fotógrafo José Velasco a realizar la instantánea que reproducimos. Fue hecha desde el coro situado a los pies del templo y nos ofrece una visión muy poco divulgada de la Basílica, en la que se nos ofrece la oportunidad de admirar su solería que por lo general, pese a su artística composición, suele pasar desapercibida para el visitante.

Mármoles blancos y negros van dibujando de manera rítmica cruces griegas. Este suelo no pertenece a la fábrica original del templo que se construyó entre el XVII y XVIII. Se trata de una actuación posterior al incendio que afectó la parroquia de las Angustias en 1916. Fue entonces cuando se encargó al escultor José Navas Parejo que diseñara este pavimento, para lo cual se inspiró en el de la Basílica del Escorial.

Felipe II

La elección de Navas no fue arbitraria. El Monasterio del Escorial es una obra impulsada por Felipe II que también fue personaje destacado en la historia de la Hermandad de la Virgen de las Angustias, pues le donó los terrenos en los que se alza el templo y dependencias anexas.

De alguna manera, la generosidad de este rey español, fue reconocida en este nuevo suelo, aunque ya con anterioridad se tuvo en cuenta el mecenazgo del monarca. Es conocida la devoción del hijo de Carlos V por san Lorenzo, debido a que una de sus más sonadas victorias militares, la de la Batalla de san Quintín, fue en el día de su festividad (10 agosto). Precisamente en su honor se edificó el citado Monasterio del Escorial. Sabedora la Hermandad de las Angustias de la devoción que tenía por el mencionado mártir, cuando se construyó el actual retablo del altar mayor de la basílica granadina, se eligió que alrededor de la Virgen se situaran cuatro santos, uno de los cuales fue el dicho san Lorenzo, siendo los otros san Cecilio, primer obispo de Granada, y las mártires Úrsula y Susana, titulares de la ermita en torno a la que nació la devoción granadina a las Angustias.

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