El cordobesismo está de luto por el fallecimiento de uno de sus eternos capitanes y el jugador que más veces se vistió de blanquiverde en los 66 años que han pasado desde su refundación. José Luis Navarro nació en Aranjuez en 1936 y llegó al club en 1955 cuando éste militaba en Tercera. Desde su debut ante el Puente Genil fue clave en los ascensos a Segunda en la 55-56 y posteriormente a Primera en la 61-62.

En su estreno en la categoría de Plata Navarro, que en el Aranjuez actuaba de lateral derecho pero que en Córdoba jugó más de central y de lateral zurdo, completó todos los partidos a las órdenes de Juncosa anotando ante el Hércules y el Málaga. Aquel Córdoba acabó la temporada cuarto y Navarro era el encargado de ejecutar todas las acciones a balón parado.

Durante las 15 temporadas en las que defendió al equipo de El Arcángel fue dirigido por técnicos como Roque Olsen, Rosendo Hernández, Ignacio Eizaguirre, Marcel Domingo o Kubala.

Navarro vivió la promoción a Primera de 1960 ante la Real Sociedad, que tuvo que resolverse en el partido de desempate en Chamartín. El Córdoba, según explicó el propio Navarro en la radio oficial del club en 2012, “el árbitro que se llamaba Guerrero hizo todo lo habido y por haber para que la Real se quedara en Primera. En un córner el portero Vicente no llegó y fue un jugador cedido por el Madrid -Rivera- quien marcó de cabeza el gol que nos dejó en Segunda”.

Sobre la temporada del ascenso, recordaba Navarro que “fue algo irrepetible. Había un entusiasmo y unas ganas que hacían que los jugadores nos superásemos cada domingo a nosotros mismos. Ver el ambiente que se creó y lo que se hablaba en todos los sitios del Córdoba... Al Córdoba se le respetaba en todos los campos a los que acudía”. Navarro formó parte de aquel equipo inolvidable con el que la entidad debutó en Primera junto a Benegas, Simonet, Martínez Oliva, Paulino Martínez, Ricardo Costa, Juanín, Homar, Paz, Miralles y Riaji.