El módulo de unidad terapéutica del Centro Penitenciario de Alcolea en Córdoba ha tenido que ser puesto en cuarentena tras dar positivo en coronavirus Covid-19 un preso que iba a someterse a pruebas previas para una operación, de manera que desde este lunes se realiza un cribado.

El viernes pasado un interno salió a una consulta programada para realizarle las pruebas pertinentes ante una intervención quirúrgica y el hospital informó a los servicios sanitarios de la prisión de que el interno había dado positivo en coronavirus.

Al respecto, desde Instituciones Penitenciarias han comentado que "no hay ningún preso con síntomas de Covid" en la comunidad terapéutica, en la que hay 62 internos, y sobre el caso del positivo precisan que no había salido de la cárcel en los últimos días.

Por tanto, desde este lunes se va a llevar a cabo un cribado y el estudio de contactos en coordinación con el Servicio Andaluz de Salud (SAS), cuyos resultados esperan tener entre este lunes y el martes.

Mientras, desde el sindicato Acaip-UGT han solicitado la suspensión de los permisos penitenciarios ante la incidencia del Covid en Córdoba, aunque han recordado desde Instituciones Penitenciarias que el preso en cuestión no había salido de la cárcel en los últimos días y han agregado que "cuando los internos que salen regresan a la cárcel hacen cuarentenas de diez días en un módulo".

Además, desde Acaip-UGT han pedido la paralización de las obras que empezaron el día 18 de enero en el interior del centro, dado que ha provocado un gran movimiento de internos en el interior para llevarlas a cabo, así como la entrada de personal ajeno a la institución para acometerlas.

CSIF Prisiones Córdoba reclama a Instituciones Penitenciarias que proceda al cierre perimetral del centro de Alcolea y que se agilice la vacunación de los cerca de medio millar de profesionales que desarrollan allí su labor.

La Sección Sindical de CSIF Córdoba en la prisión de Alcolea defiende la necesidad de inmunizar a todos los trabajadores del centro penitenciario en el plazo más breve posible al ser un servicio esencial que debe preservarse de una forma prioritaria en el actual estado de alarma y al ser una medida que también serviría para proteger a los aproximadamente 1.500 internos que se encuentran tanto en la prisión como en el Centro de Inserción Social (CIS) Carlos García Valdés.

Desde CSIF Prisiones se señala que el cierre perimetral del centro supondría la suspensión de todos los permisos penitenciarios debido al importante crecimiento de casos de Covid-19 en Córdoba y a que la población reclusa es un colectivo especialmente vulnerable, así como la suspensión de todo tipo de comunicaciones, potenciando, de este modo, las videollamadas. También se solicita no permitir el acceso de personas no esenciales al centro y se insta a que se suspendan las obras que se están llevando a cabo dentro de las instalaciones desde el pasado día 18 de enero.

A juicio de la central sindical, es imprescindible que la Dirección del centro penitenciario dote a los profesionales de los medios de protección adecuados en cantidad suficiente, como es el caso de mascarillas FFP2, purificadores de aire, guantes de nitrilo, geles, jabón y toallas de papel. El acondicionamiento de los puestos de trabajo y la adopción de las medidas necesarias en los diferentes departamentos para que las plantillas puedan cumplir la norma de mantener una distancia mínima de dos metros son otras de las propuestas de la Sección Sindical de CSIF Córdoba en la Prisión de Alcolea para reducir el riesgo de que se produzca más contagios por coronavirus.