Unos 3.000 agricultores y un centenar de tractores han tomado parte este jueves, según las organizaciones profesionales agrarias convocantes, Asaja, COAG y UPA, junto a Cooperativas Agro-alimentarias, en una concentración en Adamuz (Córdoba) en defensa del sector agrario y el medio rural, y en nombre de "la España cabreada".

Así lo ha destacado, en declaraciones a los periodistas, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, quien ha estado acompañado por la secretaria general de COAG Córdoba, Carmen Quintero; el secretario general de UPA Córdoba, Miguel Cobos; y el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, en dicha acción reivindicativa, con la que el sector agrario ha reclamado precios justos para los agricultores y ganaderos, ya que están inmersos en "una grave crisis de rentabilidad".

La protesta en Adamuz ha comenzado en el recinto ferial de dicha localidad, con un recorrido de tractores y agricultores hacia el centro del municipio, donde se ha llevado a cabo una concentración, donde han intervenido los mencionados responsables de Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias, destacando que "el desequilibrio de la cadena agroalimentaria está llevando al límite a miles de familias que se dedican a la producción de alimentos en toda España".

El olivar, según han señalado, es un claro ejemplo, "con precios de ruina, y sin que las administraciones competentes tomen medidas para solucionar esta grave crisis", y a ello se suman "los anuncios de recortes en las ayudas provenientes de la Unión Europea (UE), la imposición de barreras comerciales a nivel global que ponen trabas a las
exportaciones y los resultados del año 2019, uno de los más negativos que se recuerdan para el sector, con una pérdida de renta agraria cercana al nueve por ciento.

Por ello y en opinión de los convocantes, "urge tomar medidas de apoyo ante los ataques" que "sufriendo" los agricultores y ganaderos, que no pueden "esperar ni un día más" a que se dé respuesta a sus demandas, por parte de "las administraciones a todos los niveles: comunitario, nacional y regional", así como por parte del resto de "los actores de la cadena agroalimentaria".

Junto a ello, los convocantes han señalado la importancia de que todo el sector agrario trabaje unido en defensa de su futuro, el cual, "si no se toman medidas urgentes", ven "muy negro" y, por eso, las protestas pretenden ser un "punto de inflexión, ante las dinámicas que están
llevando a la ruina a agricultores y ganaderos de muy diversos sectores".