En la intimidad de un salón, un piano sabiamente manejado y dos voces privilegiadas de dos generaciones distantes provocaron un momento mágico gracias a la música. La veterana soprano rambleña Carmen Blanco (90 años) se dejó llevar por los acordes de “La Adelfa” de Ramón Medina Hidalgo y acompañó la voz del afamado tenor cordobés Pablo García-López (32 años).

El pianista que unió dos talentos tan separados por la edad fue Andrés Cosano, quien explica a COPE cómo se produjo el momento: “Fue bastante improvisado a la vez que mágico. El tenor Pablo García-López estaba esta semana en Córdoba ensayando con el director de la orquesta de Córdoba, Carlos Domínguez-Nieto, y conmigo todo el repertorio que iba a realizar con la Orquesta de Córdoba el 5 de noviembre”.

El tenor Pablo García-López ensayaba con el director de la orquesta de Córdoba, Carlos Domínguez-Nieto, y con Andrés Cosano el repertorio que iba a realizar con la Orquesta de Córdoba el 5 de noviembre y que se suspendió

Una vez que se canceló por la pandemia, “una decisión complicada pero que hay que llevarla a cabo”, Cosano le comentó a Pablo “por qué no nos acercamos con todas las medidas de distanciamiento social que podamos y le pasemos el repertorio que a Carmen le va a hacer súper feliz”. A ella le “pareció fantástica la idea y nos acercamos a su casa y allí empezamos a hacer un poco de música. Su sobrina estaba allí y le pedí que grabara un poco”.

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No imaginaban que Carmen “motivada por estas canciones que ella ha interpretado cientos de veces y que las ha dado a conocer en su magisterio como profesora en el Conservatorio y ha cantado en medio mundo, se arrancara a cantar y se convirtiera en un momento tremendamente mágico”.

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Cosano quiere recalcar que esta escena demuestra la importancia de las artes en estos momentos inciertos: “Está siendo un tiempo muy complicado. Con este ejemplo vemos que la música, la emoción y la belleza no dejan de ser una esperanza en estos tiempos. Y de nuevo los mayores se convierten en la primera espada porque dan un ejemplo de resiliencia, de afrontar dificultades y de una actitud tan limpia y fresca. Carmen ahí está cantando con 90 años que tiene con esa voz tan inusitada. Aquí se cumple lo de “quien tuvo, retuvo” porque se ve sus cualidades como soprano que mantiene y nos regaló un momento muy bonito”.