Córdoba incorporará el contenedor gris para cumplir con la normativa de reciclaje
Un simple envase de plástico que no se recicla puede tardar hasta 500 años en degradarse, y una botella de vidrio más de 4.000 años

Conocemos qué va en cada contenedor
Córdoba - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La ciudad de Córdoba deberá incorporar en los próximos meses el contenedor gris para la recogida de la fracción resto, aquellos residuos que no pueden reciclarse ni reutilizarse. Así lo establece la nueva ley de vertidos de la Unión Europea, que obliga a todas las ciudades a contar con cinco contenedores diferenciados. Hasta ahora, Córdoba disponía de cuatro: azul (papel y cartón), verde (vidrio), amarillo (envases de plástico, latas y bricks) y marrón (orgánico), pero con la llegada del gris se busca mejorar la gestión de los residuos y reducir el impacto ambiental.
Verónica López, responsable de Comunicación de Sadeco, ha explicado la importancia de esta nueva incorporación y cómo afectará a los cordobeses. "El contenedor gris será clave para la recogida de aquellos residuos que no pueden reciclarse ni compostarse. Hablamos de pañales, compresas, juguetes rotos, colillas, utensilios de cocina o incluso arena para mascotas. Son residuos que, lamentablemente, terminan en vertederos, por lo que cuanto más reciclemos correctamente, menos desechos acabaremos acumulando", señala.
Qué ocurre con los residuos tras depositarlos en los contenedores
Muchas personas se preguntan qué ocurre con los residuos una vez que los depositan en los contenedores. Según explica Verónica López, "cada residuo sigue un proceso diferente. Los envases del contenedor amarillo, por ejemplo, se trasladan a plantas de selección donde se separan y se reciclan en nuevos productos. El papel y el cartón del contenedor azul se transforman en material reciclado que vuelve a la industria. El vidrio del contenedor verde se funde y se reutiliza infinitas veces sin perder calidad. Y los residuos orgánicos del marrón se emplean para producir compost o biogás".

Sede de Sadeco
Sin embargo, el problema surge cuando los residuos no están bien separados. "Si tiramos restos de comida en el amarillo o envases de plástico en el marrón, contaminamos el reciclaje y muchas toneladas de residuos acaban en el vertedero en lugar de ser reutilizadas", advierte López.
La importancia de reciclar correctamente
Reciclar de manera incorrecta puede generar un grave impacto ambiental. "Cuando no separamos bien los residuos, aumentamos la cantidad de basura que va a parar a los vertederos, lo que supone un problema de contaminación y emisiones de gases de efecto invernadero", explica López. "Un simple envase de plástico que no se recicla puede tardar hasta 500 años en degradarse, y una botella de vidrio más de 4.000 años".
La responsable de Comunicación de Sadeco insiste en que reciclar correctamente no solo reduce el impacto en el planeta, sino que también tiene beneficios económicos y sociales. "Reciclar permite ahorrar recursos naturales, reducir el consumo de energía y crear empleo en el sector de la gestión de residuos".
Campaña informativa y consejos para reciclar bien
Para facilitar la adaptación de los cordobeses a la incorporación del contenedor gris y mejorar la separación de residuos, Sadeco pondrá en marcha una campaña informativa en los próximos meses. "Vamos a ofrecer información clara y accesible sobre qué residuos deben ir en cada contenedor y resolver dudas frecuentes", afirma López.
Mientras tanto, recuerda algunos consejos clave para reciclar correctamente:
En el contenedor amarillo solo deben ir envases de plástico, latas y bricks, como botellas, botes de desodorante, envases de yogur o papel de aluminio.
En el azul, papel y cartón limpios, como cajas de cereales, periódicos o folletos.
En el marrón, restos orgánicos como cáscaras de frutas y verduras, posos de café o papel de cocina sucio.
En el verde, exclusivamente vidrio, evitando tirar bombillas o cerámica.
En el gris, todo lo que no tiene cabida en los anteriores, como juguetes rotos, pañales o compresas.
"Es fundamental que los ciudadanos se involucren y comprendan que cada residuo tiene su sitio. Solo así lograremos una gestión eficiente y sostenible", concluye Verónica López.