En 1953 un paciente con cáncer contaba con un 25% de supervivencia en el momento de su diagnóstico. En 2014, la media se situaba en el 57%. Y el objetivo para el 2030 es alcanzar el 70% de supervivencia para todos los pacientes con cáncer. El camino hasta conseguir que, hoy en día, el cáncer haya dejado de ser una enfermedad necesariamente mortal está estrechamente relacionado con los avances en investigación.

En el año 1971, la Asociación Española Contra el Cáncer creó la Fundación Científica. Gracias a la misma, desde 1983, que se conceden las primeras becas en investigación, actualmente apoyan 401 proyectos de investigación que cubren la mayoría de las áreas relacionadas con cáncer. Igualmente, la Fundación diseñó, a finales de 1991, el plan de apoyo a registros hospitalarios de tumores (RHT). También es la responsable de la primera de las bibliotecas monográficas dedicadas al cáncer, entre otros muchos hitos destacados. Por citar un ejemplo más: desde 2007 la Asociación Española Contra el Cáncer apoya específicamente la investigación en cáncer infantil.

En Córdoba, el bulevar del Gran Capitán acoge una exposición sobre los principales hitos alcanzados por la investigación en estros 50 años, donde se demuestra que para mejorar la superviviencia a esta enfermedad, es clave apostar por la investigación.

La presidenta de esta entidad en Córdoba, María Auxiliadora Cabanás, ha recordado que "el cáncer es igual para todos", aunque no existe equidad "entre las personas con cáncer respecto a la investigación, ya que no todas las personas tiene acceso a los resultados de la investigación".

El objetivo es llegar a una superviviencia del 70 por ciento de pacientes en el 2030. Por ello, la investigación sigue siendo necesaria, ya que sus reultados son visibles. Además, la incidencia ha crecido un 7,2 por ciento desde 2016.

La presidenta ha querido también reclamar un mejor acceso a todos los pacientes oncológicos, independientemente del cáncer que padezcan, a todos los avances y tratamientos disponibles, así como una mayor inversión en la investigación, ya que 150 millones anuales, que es la cantidad percibida en los últimos años, ha demostrado ser insuficiente y rídiculo en comparación con lo invertido en otros países del mundo.