Nos adentramos en una antigua casa de vecinos que está divida en dos partes. Por un lado un pequeño patio, donde está integrado el zaguán y en el que podemos disfrutar de bellas flores y plantas. Las piezas de arqueología también son un elemento que sorprende al visitante como capiteles, basas y fustes de piedra de la época romana y también árabe.
Al entrar en el patio, y mirar a nuestro alrededor, observamos seis arcos, lo que permite que la luz natural lo inunde todo. En su momento, los que lo visitaran hace años, podrán recordar que estos arcos estaban acristalados. Si miramos detenidamente, en un lateral encontramos un abrevadero, que recoge el agua que mana de una fuente, y que pone el frescor a este Patio. Su suelo se combina con el chino cordobés y con losas de barro.