Vencieron en la ida hace dos semanas, pero no quieren ningún tipo de confianza y mucho menos de relajación. Así afronta el partido de vuelta de los octavos de final de la CEV Challenge Cup el equipo de Unicaja Costa de Almería. El plantel que espera que esta noche (20.30 horas) el Pabellón Moisés Ruiz reviva momentos históricos con otra nueva clasificación continental, en este caso para los cuartos de final de la competición europea.

Los de Manolo Berenguel deben hacer valer el 2-3 de la ida, pero sabiendo que necesitan ganar. Cualquier otro resultado supondría jugarse todo a una carta en el 'set de oro' y eso, para los corazones de los aficionados verdes puede ser demasiado. Porque, el pasado domingo, perdieron la final de la Copa del Rey, ante CV Teruel, en el tie-break. Y ya se sabe que los 'fantasmas' en el deporte aparecen cuando uno menos se lo espera.

La cita es en el Pabellón Moisés Ruiz. El premio es clasificarse a los cuartos de final. Una ronda en la que espera Milano. Salvo que haya una extraordinaria sorpresa en su partido, que comienza a las 20.00 horas, y Mladost Kastel Luksic logre imponerse en tierras italianas. En la ida, disputada en Croacia, el marcador fue claro y rotundo por 0-3 (19-25, 20-25 y 20-25) para los transalpinos. 

Pero, centrados en el choque que debe disputar Unicaja Costa de Almería contra el Saaremaa de Estonia, la noticia más destacada en la previa ha sido que el cuadro del Este europeo tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Burdeos cuando el avión los trasladaba desde su país al aeropuerto de Málaga. Notaron un problema y tuvieron que hacer 'escala' en la localidad francesa. Lo que les retrasó en exceso su llegada a Almería, ya de madrugada.