Inés Morencia

"Este año ha merecido la pena cada lunes, por los entrenamientos de rugby, y el partido con el que se ha despedido la temporada, lo conseguido, no tiene precio, ni se puede pagar con dinero. Hemos tenido libertad, desconexión, durante este tiempo, por lo que agradecemos mucho vuestra dedicación".

Con estas palabras, uno de los participantes del proyecto "In contraria Ducet", llevado a cabo en el Centro Penitenciario de Valladolid, de la mano del Club de Rugby El Salvador y Cáritas, expresaba, con una gran emotividad, lo que ha significado dicha iniciativa para ellos, sobre todo, este último año.

Porque una vez superada la pandemia, pudo retomarse en condiciones un proyecto que comenzó en 2019 y que había calado hondo entre los usuarios del centro ubicado en Villanubla, hasta que la covid frenó en seco esa progresión e impidió dar un paso más a la hora de hacer del rugby una perfecta herramienta de reinserción social.

Con ese entusiasmo y entrega que caracteriza a los voluntarios del club colegial y de Cáritas, desde septiembre de 2021 se ha acudido, cada lunes, hasta Villanubla, para impartir tres sesiones de entrenamientos de rugby y otra de aula, en la que se buscaba extrapolar los valores del rugby a la vida cotidiana de los participantes del proyecto.

El compañerismo, el trabajo en equipo, la solidaridad, la generosidad, el respeto, la superación de limitaciones y el refuerzo de la autoestima son algunos de esos valores que el rugby aporta dentro y fuera del terreno de juego, y todos ellos fueron protagonistas en el primer partido disputado en el Centro Penitenciario de Valladolid, que ha marcado "un antes y un después" para todos.

El trabajo realizado por Andrés Martín, Tino Fraile y Cristina Alonso, como coordinadores de la iniciativa por parte del club El Salvador y de Daniel Díez, psicólogo de Cáritas, ha permitido crear "una familia en torno al rugby, unos chicos que han luchado contra sus frustraciones, se han unido, han terminado satisfechos y han vivido lo que es este deporte, con un encuentro que les ha hecho iguales y que les permite confiar en la fuerza del grupo y en la importancia de creer en uno mismo y en sus compañeros".

Es la opinión del coordinador de Cáritas, Alberto Moro, que acumula 25 años de experiencia en diversas iniciativas vinculadas con la reinserción social en el Centro Penitenciario, y que ha disfrutado de una "increíble vivencia" con ese partido de rugby entre exjugadores y voluntarios del "Chami", y los internos.

Un encuentro con el que se afianza un gran proyecto, en el que se ha incluido la construcción del campo de rugby en las instalaciones del centro, de la mano de los participantes, y que supuso hasta la eliminación de un estanque para poder habilitar un espacio que, aunque más reducido, permite poder jugar la modalidad de Seven.

Se siguieron todas las rutinas que preceden a una cita importante y, en este caso, Cris Alonso, fue la encargada de dar la charla motivacional a sus "alumnos", transmitiéndoles confianza, seguridad en lo aprendido, pidiendo que demostraran que son un equipo, como hicieron, y que creyeran siempre en las segundas oportunidades.

El resultado era lo de menos -aunque finalizó con victoria de los chamizos por 19-11-, ya que el único objetivo era constatar la capacidad del deporte, y más concretamente, del rugby, como herramienta de integración, inclusión y reinserción, y esa finalidad se cumplió con creces.

Además, para los internos, realizar un deporte supone desarrollar "un ocio positivo y hábitos de vida saludables, empatía y respeto por los demás", tal y como han apuntado a Efe responsables del centro, quienes han comprobado los beneficios del proyecto que, tras el regreso a la normalidad, abarcará más iniciativas, como la salida de los participantes a los campos de Pepe Rojo, para presenciar un partido de División de Honor de rugby, o la posibilidad de que entrenen y jueguen allí.

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"In Contraria Ducet", que es el lema de El Salvador, el cual significa "En la adversidad, lucha", se ha convertido en el mejor lema para constatar que el esfuerzo tiene su recompensa y que, a pesar de que aparecen piedras en el camino, y obstáculos que sortear, la actitud es determinante a la hora de gestionarlos y superarlos de la mejor manera posible.

Por eso, este proyecto tendrá continuidad en el tiempo ya que, todas las partes implicadas en el mismo consideran que es "muy positivo" y que puede generar muchos más recursos, de la mano del oval, para contribuir a mejorar la sociedad.