Hay varios elementos que hacen más que reconocible alFútbol Club Barcelona en todo el mundo: el color azulgrana de su camiseta, el Camp Nou, los jugadores icónicos que han pasado por el club… También hay un término asociado al equipo que se ha vuelto universal: ‘culés’. Se trata del apodo que reciben los aficionados del Barça, que tiene una historia mucho más prolongada en el tiempo de lo que cabe pensar. De hecho, es centenaria y está relacionada con un estadio muy importante para el barcelonismo, ahora caído en el olvido.

‘La Escupidera’, el primer estadio en propiedad del Barça

Se trata del Campo de la calle de la Industria (Camp del carrer Industria en catalán), el primero que fue azulgrana por derecho. Hasta 1909, el equipo no había tenido un recinto propio en el que disputar sus partidos. El Velódromo de la Bonanova, el Campo del Hotel Casanovas, el Campo de la Carretera de Horta y el Campo de la calle Muntaner habían sido los escenarios provisionales de su andadura. Tocaba, por fin, tener un terreno de juego en propiedad.

Un 14 de marzo de 1909, el campo también conocido en la jerga popular como ‘La Escupidera’ (medía sólo 91x52) acogió un encuentro entre Barça y Catalán (2-2). El primero de los muchos que se celebraron allí hasta 1922, en una etapa que supuso el gran salto adelante del conjunto azulgrana. De la mano de jugadores como Ricardo Zamora, Samitier o Paulino Alcántara, el Barcelona vivió su primera gran época triunfal.

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Hasta 13 títulos llegaron a las vitrinas de la entidad entre 1909 y 1922: ocho Campeonatos de Cataluña y cinco Copas de España (tres de sus finales se disputaron en el Campo de la calle Industria). En aquellos años, ‘La Escupidera’ fue el estadio más innovador de España, ya que se convirtió en el primero del país que contó con una tribuna de dos pisos (levantada en 1916). Así, el aforo se instaló en los 6.000 espectadores.

Así nació el sobrenombre de 'culés'

Este último dato viene que ni pintado para explicar por qué a los hinchas del Barcelona se les llama culés. Cada vez que había un partido importante en el primer campo bajo el sello azulgrana, muchos aficionados lo presenciaban subidos a uno de los muros del estadio. La escena era digna de ver, ya que se formaba toda una fila de personas con las espaldas y los cuartos traseros al descubierto. De ahí el apelativo de culé, que surge del híbrido entre el francés (cule significa ‘culo’ en este idioma) y el catalán (cul).

Otro hito a destacar de ‘La Escupidera’ es que fue el primer estadio español que tuvo iluminación artificial. No se puede hablar de sus vestuarios en los mismos términos innovadores, ya que ni siquiera los hubo en un primer momento. Aunque el problema acabó por resolverse, la habitación de un chalet que estaba al lado del campo hizo las veces de cambiador en muchas ocasiones. Los jugadores tuvieron que ducharse al aire libre, con una palangana y un jarrón de agua fría, otras tantas.

Año a año, el club que en 1909 apenas contaba con 201 socios creció de forma imparable. Canaletas se convirtió en el lugar oficial de celebración de los triunfos del equipo, nació el actual escudo azulgrana, se superó la barrera de los 6.000 afiliados… 13 años después, no hubo más remedio que abandonar el Campo de la calle Industria, demolido el 20 de mayo de 1922. Les Corts esperaba como antesala al Camp Nou.

Hoy en día, 10 minutos en coche y algo más de media hora a pie separan el actual estadio del Barcelona de la calle en la que se encontró su hogar primigenio. 111 años y aún perdura ese legado, en forma de sobrenombre de culés, que nació por obra y gracia de las gradas de aquel campo.