Monchi provocó un capítulo de tensión en el derbi que este domingo disputaron el Betis y el Sevilla en el Benito Villamarín.

Nada más terminar el terminar el partido, el director deportivo del Sevilla decidió saltar al césped para dirigirse a la grada donde se situaban los quinientos aficionados del Sevilla y celebrar con ellos el empate logrado con el gol de Gudelj. Monchi se dirigió a la grada con un brazo en alto, golpeándose la palma de la mano contra el pecho y lanzándoles un beso.

Es entonces cuando un responsable de la seguridad del Betis, para evitar que el final de partido se calentase, le invita a abandonar el césped. Al hacerlo, es increpado por alguno de los componentes del cuerpo técnico del equipo verdiblanco. Al coincidir la salida de Monchi con la retirada al túnel de vestuarios de los futbolistas más rezagados, la tensión volvió a palparse con algunos cruces de palabras y los pitos de los aficionados del Betis que aún permanecían en las gradas, que consideraban el gesto de Monchi como una provocación.

Se trata de un nuevo capítulo de notoriedad del director deportivo del Sevilla, tras el que protagonizó el día en que Julen Lopetegui, ya sentenciado, se despide de la afición del Sevilla en su estadio, y al decidir marcharse a vestuarios, es Monchi quien le invita a regresar al césped abrazado a él, para enfado de la afición local.

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