Este jueves el Ayuntamiento de Cádiz daba a conocer el resultado de las polémicas votaciones populares para cambiar el nombre al estadio de la ciudad. Desde este 24 de junio el Ramón de Carranza pasa a llamarse Nuevo Mirandilla, según han elegido los ciudadanos gaditanos en proceso repleto de controversia que tuvo que repetirse y del que se dejaron de lado los nombres propios y los homenajes a grandes figuras de la ciudad o del club.

Así, los que participaron en la elección (mayores de edad empadronados en Cádiz) solo pudieron decantarse entre ocho las propuestas que habían pasado el filtro de un 'comité de trabajo': 'Ciudad de Cádiz', 'La Pepa', 'Gades', 'Bahía de Cádiz', 'Gadir', 'Nuevo Mirandilla', 'Tacita de Plata' y 'De La Laguna'.

El cambio del nombre del estadio municipal se inicio el 27 de julio de 2020 y venía derivado de la intención de cumplir con la Ley de Memoria Histórica y la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, ya que Ramón de Carranza "participó en el golpe de Estado de 1936, que estuvo estrechamente vinculado a la dictadura franquista y contribuyó activamente en la política de depuración que llevó a cabo el régimen en Cádiz".

La votaciones quedaron de la siguiente manera: Nuevo Mirandilla (25,8 %), Tacita de Plata (17,8 %), Ciudad de Cádiz (15,9 %), Bahía de Cádiz (14,2 %), Gadir (12 %), Gades (7,2 %), La Pepa (4 %) y De La Laguna (2 %).

Controversia y problemas legales

La nueva fase de las votaciones arrancó con nuevas denuncias, en concreto la de una Plataforma que asegura que uno de sus miembros ha podido votar con la identidad del alcalde. La 'Plataforma Estadio Carranza' aseguraba en un comunicado que el nuevo sistema de votación, que se repite después de que las primeras fueran denunciadas por infringir la Ley de Protección de Datos, es "una chapuza que permite la suplantación de identidad".

El alcalde de Cádiz, José María González, negó que el proceso de elección del nombre del estadio de fútbol de la ciudad sufriera las anomalías que ha denunciado la plataforma ciudadana y advirtió de que haber suplantando su personalidad para intentar demostrarlo “es un delito”.