Nicolás Schiappacasse ha sido detenido este miércoles por la policía uruguaya en los prolegómenos del partido que iba a enfrentar a los dos grandes clubes de Montevideo en el Clásico del fútbol uruguayo. El delantero charrúa se dirigía al choque entre Peñarol y Nacional cuando fue parado por las fuerzas de seguridad.

En una imagen que se ha vuelto viral, el jugador acabó detenido al serle descubierta una pistola de nueve milimetros con ocho balas en un control de carretera para evitar incidentes entre aficiones. Junto al futbolista viajaban otras tres personas un hombre de 22 años y dos mujeres de 18 y 22 años que también acabaron detenidas, una de ellas con numerosos antecedentes por narcotráfico.

Según los medios uruguayos lo que llamó la atención a la policía fue la actitud nerviosa del atacante que habría alegado que la pistola era para alguien de la hinchada dentro del estadio, pero no sabía a quién debía dársela. Se les habría encontrado también una pastilla estupefaciente.

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??Incautacion de Arma de Fuego??

??Cuatro personas detenidas en Control olicial realizado en el Km 81 de Ruta Interbalnearia.

????‍??Operativo en conjunto con secc. 5ta. | GRT de Canelones y @DNPCaminera#DeTuLadopic.twitter.com/DVF9Ha3DYc

— Dirección Nacional de Policía Caminera (@DNPCaminera) January 26, 2022

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Schiappacasse, que ahora tiene 23 años, fue fichado por el Atlético de Madrid con solo 17 años cuando era uno de los delanteros más prometedores del fútbol sudamericano en 2016. Nunca llegó a jugar en el primer equipo rojiblanco, pero si lo hizo en el filial con el que disputó 8 partidos en la 2017/2018 y en el Rayo Majadahonda en Segunda División en la 2018/2019, temporada en la que participó en 13 partidos y marcó un gol al Nástic de Tarragona.

A partir de ahí, se marchó al Parma y al Famalicao sin suerte y acabó firmando por el Sassuolo italiano con el que solo jugó un encuentro en la Serie A la pasada temporada antes de marcharse cedido al Peñarol. Ahora, estaba a un paso de regresar a préstamo a su país y aunque no iba a jugar el partido, ya que se encontraba lesionado y la operación no se había oficializado, si iba vestido con ropa de Peñarol en el momento de su detención.

El jugador ha sido citado para declarar este jueves ante la Fiscalía de Maldonado (sureste de Uruguay). Este hecho se da en medio de una discusión en el país suramericano en la que el foco está centrado en la violencia dentro del deporte y las posibles medidas para su erradicación.

En cuanto a su relación con el club, el presidente del Peñarol, Ignacio Ruglio, declaró a los medios en el ámbito del partido que "este tipo de cosas no pueden pasar". "Si las cosas son como se describen, nosotros sabemos que el jugador a Peñarol no vuelve y no vamos a dudar un segundo, porque además es momento de bajar ese tipo de mensaje", apuntó.