Sigue la venta del club
Abramovich no renunciará a los 1.800 millones de euros que ha prestado al Chelsea y complica la venta del club
El ruso finalmente habría cambiado de opinión y quiere que se le devuelva todo el dinero que ha prestado al Chelsea estos años. Eso encarecería y complicaría notablemente la venta.
EFE
Tiempo de lectura: 3'
Actualizado 16:25
La promesa inicial de Roman Abramovich de no requerir los 1.500 millones de libras (1.800 millones de euros) que prestó al Chelsea comienza a tambalearse, lo que enreda el proceso de venta del club y lo pone en una situación muy comprometida.
El oligarca ruso, que tiene sus bienes congelados desde que el pasado 10 de marzo el Gobierno británico le impusiera sanciones por su relación con el líder ruso Vladímir Putin, habría cambiado de opinión sobre su decisión de no pedir de vuelta los 1.800 millones de euros que ha prestado al Chelsea desde que se hizo con el control del club en 2003.
Este giro de timón llega en mitad del proceso de venta del club y cuando parecía que el consorcio liderado por Todd Boehly, dueño de Los Angeles Dodgers, se perfilaba como el sucesor de Abramovich al frente del Chelsea. La operación, que se cerraría en torno a los 2.500 millones de libras (unos 3.000 millones de euros) y se convertiría en la más cara de una franquicia deportiva, quedaría trastocada si hubiera que añadir 1.800 millones más para pagar a Abramovich.
Sin embargo, tampoco ha quedado claro aún qué ocurrirá con el dinero de la compra del club, el cual, al no poder recibirlo Abramovich. La opción más probable es que quede congelado por el Gobierno.
El problema es que el tiempo juega en contra del Chelsea, que recibió una licencia especial por parte del Gobierno para poder seguir operando y no irse a la ruina y que expira el próximo 31 de mayo. De no aclararse la situación para entonces, el club londinense podría entrar en la quiebra, una opción, no obstante, poco probable debido al valor cultural del equipo para el Reino Unido y la posibilidad de que el Gobierno extienda dicha licencia.
Conviene recordar que ahora mismo el Chelsea no puede ingresar dinero por venta de entradas ni merchandising y que todos sus ingresos proceden de los derechos televisivos y son reinvertidos directamente en pagar la nómina mensual, que asciende a unos 28 millones de libras (32 millones de euros).
El Chelsea se ha quedado en tierra de nadie entre el Gobierno británico, que no va a permitir que Abramovich reciba un solo euro de la venta del club, por mucho que se haya comprometido a donarlo a las víctimas de Ucrania, mientras que el oligarca ruso está viendo que no solo va a perder el club, sino que tampoco va a recibir nada de la venta del equipo y, además, va a perder los 1.800 millones que ha prestado al equipo durante los últimos catorce años.
La vía de escape para el Chelsea, al menos de forma temporal, es que el Gobierno extienda la licencia especial y les permita seguir operando bajo los mismos términos que ahora. No obstante, esta situación ya les ha costado la salida de Antonio Rudiger, la cual Thomas Tuchel achacó a la incapacidad del club de negociar nuevos contratos. Al alemán se pueden sumar próximamente tanto Andreas Christensen como César Azpilicueta, que tienen muy cerca su marcha al Barcelona.
Rechazada la oferta del dueño de Ineos
La oferta que el multimillonario británico Jim Ratcliffe, consejero delegado de Ineos, realizó para hacerse con el control del Chelsea, y que se estima que rondaba los 5.000 millones de libras (unos 6.250 millones de euros), fue rechazada 'automáticamente'. Esta oferta llegó fuera del plazo de presentación de propuestas.
- Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado
La candidatura de Todd Boehly, dueño de Los Ángeles Dodgers fue elegida como la preferida por el Raine Group. Al no haberse acogido al proceso de Raine Group, Tom Crotty, director de Ineos, comunicó que la oferta presentada la semana pasada fue rechazada "de forma automática", pero que Ratcliffe sigue interesado en hacerse con la propiedad del club.
La de Boehly fue la propuesta elegida de las tres que llegaron al proceso final, junto a la de Martin Broughton, expresidente del Liverpool y de British Airways, y a la de Stephen Pagliuca, codueño de los Boston Celtics y del Atalanta italiano.
- item no encontrado