La selección francesa, tres veces campeona de Europa y una de las máximas favoritas al oro, se despidió a las primeras de cambio de la competición, tras caer este domingo por 26-28 ante Noruega, en una jornada del Europeo de Suecia, Austria y Noruega marcada de nuevo por las sorpresas.

Si Portugal dio la campanada en la primera jornada al imponerse por 25-28 a Francia e Islandia rompió el sábado todos los pronósticos al vencer por 31-30 a Dinamarca, este domingo fue Eslovenia la encargada de sacudir de nuevo el campeonato con su triunfo (19-21) sobre Suecia en Gotemburgo.

Un resultado que no deja al conjunto sueco fuera del Europeo, como sí le ha ocurrido a Francia, pero sí condena casi irremediablemente a los escandinavos a pasar sin puntos a la segunda fase, todo un problema, cuando el objetivo es entrar en las semifinales.

Y es que jugando en casa sólo el oro parece valer para el conjunto sueco, el equipo más laureado de la competición con cuatro títulos, pero que no sube a lo más alto del podio desde el año 2002 cuando, como vuelve a ocurrir ahora, Suecia afrontó el torneo como anfitrión.

Precisamente fue uno de los héroes de aquel equipo, Ljubomir Vranjes, que se hizo cargo de la selección eslovena, hace menos de un mes, el responsable de poner muy cuesta arriba a Suecia el camino hacia a la final.

Bajo la dirección de Vranjes en el banquillo y de un excelente Dejan Bombac, elegido mejor jugador del partido, sobre la pista, la selección eslovena enmudeció a los casi 12.000 espectadores que llenaban el Scandinavium de Gotemburgo al imponerse por 19-21.

Una derrota que, no obstante, no sirve todavía para asegurar la presencia de los balcánicos en la segunda fase, para lo cual deberán vencer el próximo martes a Suiza, que de la mano de un descomunal Andre Schmid, autor de quince dianas, se impuso este domingo por 31-24 a una Polonia, que prácticamente se despide del torneo.

Adiós ya definitivo en el caso del conjunto francés, que pese a la demostración de orgullo que exhibió este domingo ante Noruega, cayó eliminada del torneo tras caer por 26-28 ante los nórdicos tras una vibrante batalla.

De nada le sirvió a Francia, a la que sólo le servía ganar para seguir vivo en la competición, el sensacional partido del pivote Ludovic Fabregas, autor de ocho goles, y que demostró que a día de hoy no hay en el mundo un mejor pivote que él.

Pero si Fabregas se encargó de mantener vivas las esperanzas francesas, los responsables de frustrarlas definitivamente fueron el portero noruego Torbjoern Bergerud y, sobre todo, el central Sander Sagosen.

Si ante Bosnia en la primera jornada Sagosen demostró que no quiere que en esta ocasión ni nada, ni nadie le aparte del oro, este domingo reclamó la corona de rey de Nikola Karabatic con los diez tantos que firmó ante Francia.

Un triunfo que certificó también la clasificación para la segunda ronda del torneo de la emergente Portugal, que horas antes había derrotado por 27-24 a Bosnia, en un choque en el que los lusos pese a no brillar como en la primera jornada ante Francia, si demostraron oficio y carácter para tenerlos en cuenta para la lucha por acceder a las semifinales.

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Ronda que también tiene fijado como objetivo la selección austríaca, uno de los tres anfitriones del torneo, que dio un paso de gigante hacia la segunda ronda, tras imponerse este domingo por 34-30 a Ucrania en un choque en el que volvió a destacar el lateral Nikola Bilyk, que cerró la contienda con nueve dianas.

Dos menos de las que firmó Kiro Lazarov para Macedonia, al que de nada le sirvieron los once tantos que anotó ante la República Checa para evitar una derrota (27-25), que obligará al equipo balcánico a derrotar a Austria en la última jornada si quiere acceder a la segunda ronda.