La presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, Irene García, se reúne en Algodonales con productores de aceite de oliva virgen extra para fortalecer "la unidad de acción" del sector - Saboreando

La presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, Irene García, se reúne en Algodonales con productores de aceite de oliva virgen extra para fortalecer «la unidad de acción» del sector

La presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, en el centro, recibe explicaciones de uno de los productores del aove que se hace en la provincia gaditana

En el encuentro se acuerdan nuevas vías de promoción que incidan en la calidad del producto

La provincia de Cádiz comprende 26.000 hectáreas de olivar, de las que 16.000 se asientan en la Sierra. El denominado oro líquido está considerado un producto estratégico de la comarca serrana que procura sustento para más de 3.000 familias, además de confirmarse como un factor para evitar la despoblación. El actual contexto para el olivar de montaña es complejo: las ayudas procedentes de la Política Agraria Común tienden a reducirse y los productores de grandes extensiones también abaratan los precios de las cosechas. Ese estrechamiento de los márgenes de la rentabilidad amenaza a cultivos como el del olivar de la Sierra de Cádiz.
La presidenta de Diputación, Irene García, y la diputada provincial Isabel Moreno se han reunido con representantes de este sector en Algodonales al objeto de coordinar iniciativas y estrategias que puedan fortalecer a esta industria estratégica de la provincia de Cádiz. Al encuentro asistió el alcalde de Algodonales, José María Gómez, quien valoró la implicación de la institución provincial en defensa del olivar de montaña.
Irene García ha insistido en la importancia económica del olivar para la provincia de Cádiz y en su transcendencia «al fijar la población en su territorio. No olvidemos que su cultivo depara 250.000 peonadas al año». La presidenta de Diputación ha explicado que en diciembre de 2017 se mantuvo un primer encuentro «en el que acordamos reforzar el posicionamiento de este sector». En este sentido el Pleno de la Corporación provincial se adhirió por unanimidad a la declaración de los paisajes del olivar de Andalucía como paisaje cultural patrimonio mundial por la UNESCO, además de aceptarse la incorporación que persigue este reconocimiento.
Ahora, según ha indicado Irene García a los productores de aceite, se abre una segunda etapa en «esta unidad de acción». Un nuevo periodo consistente en la promoción del aceite de oliva virgen extra de la provincia de Cádiz, al menos en dos ámbitos: en las ferias gastronómicas a las que acude el Patronato Provincial de Turismo, así como en las misiones comerciales concebidas para fomentar la exportación de pequeñas y mediana empresas que el IEDT de Diputación afronta con las Cámaras de Comercio de la Provincia de Cádiz.
En la vertiente gastronómica este año se ha fortalecido la difusión gracias a la presencia en acontecimientos como el Salón de Gourmets de Madrid (que se desarrolla esta misma semana), en el Congreso Gastronómico de Pamplona, en la Gustoko de Bilbao o en la feria Alimentaria de Barcelona.
Otra posibilidad que debe indagarse es el de la distinción desde el sabor y la calidad alimentaria. La calidad del aceite de oliva virgen extra siempre se ha considerado como un elemento cualitativo que puede jugar a favor de los productores englobado en la Denominación de Origen ‘Aceite de Oliva Sierra de Cádiz’. Y, más allá del sabor, se pueden rentabilizar los valores saludables de unos aceites muy ricos en polifenoles. Los polifenoles son unas sustancias naturales muy apreciadas en países anglosajones y asiáticos a tenor de sus cualidades antioxidantes y antiinflamatorias; previenen enfermedades como episodios cardiovasculares, distintos tipos de cánceres y contribuyen a reducir el envejecimiento celular. Su presencia en los aceites de la provincia de Cádiz se ha medido gracias al Proyecto Aristoil, un programa piloto con financiación europea promovido por la Asociación Española de Municipios del Olivo y la Universidad de Córdoba.
Y los datos son extraordinarios: la Sociedad Europea de Seguridad Alimentaria permite transcribir el efecto saludable de los polifenoles en el etiquetado cuando su presencia sea superior a 250 miligramos por kilo de aceite o, lo que es lo mismo, 250 partes por millón. En el caso de los aceites de la Sierra de Cádiz analizados se ha obtenido un promedio de 1.503 partes por millón, una cifra que casi dobla la media nacional; en algún caso se ha alcanzado un registro récord de 2.973 partes por millón. En el estudio se tomaron muestras de 20 productores gaditanos, de los que 13 pertenecen a empresas y cooperativas de la Sierra de Cádiz. Esta pujanza de los polifenoles se debe presumiblemente a las variedades predominantes -lechín, hojiblanca y picual- así como a las características de suelo y la meteorología de la comarca.
En el encuentro celebrado en Algodonales han participado el presidente de la Denominación de Origen ‘Aceite de Oliva Sierra de Cádiz’, Antonio Villalba y representantes de las siguientes sociedades olivareras: las cooperativas El Agro, de Setenil; Los Europeos, de Alcalá del Valle; Los Remedios-Picasat, de Olvera; Nuestra Señora del Rosario, de Algodonales; el Molino de San José, de Arcos; las almazaras El Salado, Las Pilas y el Manzanillo; el Jardín de Almayate de la finca Ranchiles; el Molino San Miguel; y la Hacienda Los Horgazales, de Villamartín.
Tras la reunión se visitó la sede de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario, de Algodonales. A la denominación de origen de la Sierra de Cádiz pertenecen los municipios gaditanos de Olvera, Algodonales, El Gastor, Setenil, Torre Alháquime, Alcalá del Valle, Zahara de la Sierra y Puerto Serrano.

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