‘Obras en casa’: Pepe Gotera y Otilio con acento peruano y en versión francesa
¡Mis queridos palomiteros! ‘Obras en la casa’: Comedia musical bienintencionada pero sin objetivos. Hoy quiero traer a colación la historia de Chantal Letellier. Se trata de una abogada progresista que se empeña en defender a los débiles e indocumentados parisinos.
Gracias a su atractivo físico y su seguridad en sí misma, a menudo logra sus objetivos. Cuando obtiene el permiso de trabajo para un joven arquitecto colombiano, decide contratarlo para hacer pequeños trabajos de rehabilitación en su casa. El desenvuelto arquitecto trae consigo a un equipo de compatriotas sin papeles, poco mañosos con el pico y la pala.
La actriz, guionista y directora de cine francesa Brigitte Roüan -que debutó en la dirección de largos con Outremer en 1990 y que le reportó el premio de la Semana de la Crítica en el Festival de Cine de Cannes ese año- explora en esta comedia musical la problemática sobre la inmigración en Francia. Obras en casa -en la que tiene una intervención especial Hugh Grant– se inspira en títulos como Brigadoon (1954) y se nutre de números de claqué, cabaret o hip hop.
El filme, que quiere ser una denuncia abierta a la política del entonces presidente de la República de Francia, Nicolas Sarkozy, cuenta además con la participación de albañiles colombianos, no actores, que saben estar a la altura de los intérpretes profesionales, cuyos trabajos resultan bastante frescos.
‘Obras en la casa’: Comedia musical bienintencionada pero sin objetivos
La película cuenta con una puesta en escena vodevilesca y un guion ágil, pero repetitivo y simple, que deja en la estacada al compromiso político sobre la inmigración ilegal en Francia, dado que la comedia se centra en los shows cutres de cubos y pintura en torno a la reconstrucción de una casa, con personajes y situaciones dramáticas arquetípicas que recuerdan a la película de Richard Benjamin Esta casa es una ruina (1986).
Por su parte, Obras en casa no termina de ser redonda porque, teniendo cualidades para profundizar en el drama sobre la contratación ilegal, prefiere enredarse una y otra vez, y así no llegar con claridad a ningún puerto.
