‘Mi último día sin ti’: 12 horas en Nueva York: El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
¡Mis queridos palomiteros! ‘Mi último día sin ti’: 12 horas en Nueva York en busca de la felicidad. European Dreams Factory, difusora del cine de inspiración cristiana con títulos como ¿De qué va la vida? o Incondicional, estrenaba en salas españolas, hace seis años, Mi último día sin ti (Stefan C. Schaefer, 2011), drama romántico protagonizado espléndidamente por Nicole Beharie y Ken Duken.
El filme sigue las andanzas de Niklas, un joven y exitoso ejecutivo alemán que viaja desde las tierras bávaras hasta Nueva York, exclusivamente para despedir a un equipo de la empresa a la que pertenece, en calidad de vicepresidente de la compañía, porque ya no resulta rentable.
Por otro lado, Letizia acaba de incorporarse a esa empresa. También es joven, éste es su primer trabajo, se acaba de independizar y lo único que desea es tener un sueldo estable que a su vez le permita desarrollar su sueño de convertirse en cantante profesional.
‘Mi último día sin ti’: 12 horas en Nueva York en busca de la felicidad
Inspirada en un hecho real -el guionista del filme, Christoph Silber conoció a su esposa en el metro en Brooklyn- Mi último día sin ti no es una película romántica al uso, principalmente por los altos contrastes sociales y raciales que identifican a los protagonistas.
Lo cual dice mucho a favor del guión -y de los chispeantes diálogos- que recrea historias paralelas con dosis de verosimilitud, imprimiendo, tanto a Niklas como a Letizia, personalidad suficiente para afrontar sus destinos y evitar así el estereotipo.
De este modo, el conflicto dramático crece hasta alcanzar muy buenos momentos de tensión que acentúan las distintas visiones que cada uno de los personajes tiene de la vida y el mundo.
El filme ataja con madurez el mundo de los valores y las relaciones entre padres e hijos, al tiempo que actualiza lo deshumanizado que puede resultar el hombre cuando no se le ofrecen oportunidades
Al feliz resultado de Mi último día sin ti contribuye una hermosa banda sonora -con temas que ha compuesto la actriz protagonista, Nicole Beharie-, una eficaz puesta en escena realista, grandes interpretaciones de sus protagonistas -acompañados dignamente de buenos secundarios- y una mirada trascendente sobre el devenir de los acontecimientos –la fragilidad del destino-, cuando se es capaz de vivir con la conciencia tranquila.
Entretenida y valiente, Mi último día sin ti ataja con madurez el mundo de los valores y las relaciones entre padres e hijos, al tiempo que actualiza lo deshumanizado que puede resultar el hombre cuando no se le ofrecen oportunidades, o cuando esas oportunidades no le bastan ni le resultan convenientes.
Y viceversa. De ahí la urgencia de saber tomar partido por lo que uno quiere y le interesa. Les va a sorprender.