Huesca: la vida mirando a los Pirineos - La Postal

Huesca: la vida mirando a los Pirineos

Huesca es una gran desconocida. La provincia atrae a miles de visitantes cada año en buena medida por las pistas de esquí de los Pirineos o bien por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido que este año cumple cien años. Pero hoy en ‘La Postal’ paramos en la capital. ¡Arrancamos!

 

Lo bueno de Huesca capital es que se puede decir que todos los monumentos están muy cerca entre sí. Si llegas en coche aparca en cualquiera de los parkings del centro y ¡a caminar!

 

Parada obligatoria: la Catedral. Declarada Monumento Histórico Artístico en 1931. Se construyó en varias etapas. Lo más imponente: el Retablo Mayor de la Catedral. En la misma plaza de la catedral se encuentra el Museo Diocesano donde se puede subir a su torre, situada a 37 metros de altura. Es el punto más alto de toda la ciudad. ¡No olvides la cámara! Las fotos que sacarás desde aquí son impresionantes.

 

La Plaza de Luis López Allué. La más colorida y con más encanto de toda Huesca. Conocida popularmente como plaza del Mercado ya que aquí se situaba el mercado de abastos hasta 1976. En ella se encuentra la Oficina de Turismo de la provincia de Huesca (apunta para pedir aquí más información para tu visita). Curiosidades: en la plaza se encuentra la tienda de ultramarinos La Confianza. Este comercio abierto en 1871 por el francés Hilario Vallier es la tienda en activo más antigua de España. Entre la repostería a llevarse están las castañas de mazapán, el pastel ruso, las trenzas de Almudévar, las tejas de almendra y las pajaritas.

 

El Monasterio de San Pedro ‘El Viejo’. Situado muy cerca de la plaza de Luis López Allué. Es una iglesia románica del siglo XII, uno de los templos más antiguos de España y uno de los mejores ejemplos de la arquitectura románica aragonesa. La obra maestra es el claustro con capiteles de San Juan de la Peña. Explicaciones con guía en castellano y francés.

 

La Plaza de Navarra. Otra de las más conocidas de la ciudad. En ella se alza el Círculo Oscense o Casino de Huesca, joya del modernismo aragonés. Construido a principios del siglo XX como club social y recreativo ha llegado hasta nuestros días. Si puedes sube por la escalera principal que ha sido declarada Bien de Interés Cultural. ¡Una auténtica joya!

 

Pero si lo que quieres es descansar nada mejor que acercarte al Parque de Miguel Servet, el pulmón verde la ciudad. De 74 mil metros cuadrados cuenta con 80 especies de árboles. Ocupa lo que antiguamente eran los jardines del famoso palacio de Lastanosa del que hoy ya no queda nada. En su lugar puedes disfrutar de monumentos como ‘Las Pajaritas’ de Ramón Acín o una réplica de la casita de Blancanieves.

Y si te queda tiempo nada más recomendable que echar un vistazo a la muralla de Huesca. Situada en la Ronda de Montearagón lo que queda de esta muralla del siglo IX  bordea el casco antiguo de la ciudad. De sus casi 100 torres iniciales tan solo una queda en pie.

¿Es o no es recomendable pasarse por Huesca?

 

Próxima parada de ‘La Postal’: Ronda.

 

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