Tensión en el comercio internacional, condiciones financieras más estrictas y grandes economías tocando techo de crecimiento. El FMI ha hablado. Se otean negros nubarrones en el horizonte: Japón, Reino Unido y la zona euro se enfrían, sube el precio del petróleo y hay presiones sobre las divisas de algunas economías más débiles

Pierde fuerza la expansión económica mundial. Con menor sincronización del crecimiento y amenazas: la política arancelaria de EE.UU. (que va en contra de la integración económica), la pérdida de confianza, los elevados precios de los activos y la caída de inversiones. Con todo, se mantiene la previsión de crecimiento de la economía mundial: 3,9% en 2018 y 2018, eso sí, con muchas dudas

La guerra comercial tiene sus consecuencias, las represalias arancelarias harán descarrilar la recuperación. Se frenan inversión y productividad y los precios se encarecen para los consumidores: menor demanda y menor consumo, se estrecha el poder adquisitivo. Y sigue el crecimiento no inclusivo (qué no beneficia a todos). ¡Se necesitan políticas de equidad que favorezcan el crecimiento inclusivo y combatir la desaceleración!

Centrándonos en España, ¿qué tal las predicciones del FMI?

En 2018: creceremos al 2,8% (= ce). A la baja para 2019: 2,2% en 2019 (2,4% s/ce). Preocupante: nuestros socios naturales: Alemania, Francia e Italia, pierden fuelle y las exportaciones españolas podrían resentirse.

En Europa hay incertidumbre política y varios desafíos: política migratoria, gobierno fiscal, contexto jurídico y arquitectura institucional de la zona euro y las incógnitas sobre la concreción del brexit.