Este no es el camino: el Gobierno yerra. La economía española emulará al cangrejo. Aumentar impuestos: sacar dinero líquido de la caja de las empresas para dárselo a “papá estado”. Subir las cotizaciones sociales: dinerito que hoy está en la tesorería de nuestras empresas pasa a la caja del estado… ¡y a saber en qué se gastará!

Las empresas tendrán menos liquidez; con menos dinero, lógicamente, no compras una máquina porque no la puedes pagar.

Con menos cash: querrías aumentar el sueldo a los empleados, pero no lo puedes hacer

Y menos tesorería facturando lo mismo (ojo qué la economía crece timoratamente): no incorporas a gente porque no hay dinero para pagar su sueldo…

¡Gran empresa es la que factura más de 8 millones de euros!

¡El precio de un piso! ¿Cómo va a ser una pequeña empresa que facture 8 millones de euros una gran empresa? ¡Desconocimiento absoluto de la realidad! En suma: incertidumbre fiscal entre los empresarios y un serio temor: las modificaciones en el impuesto sobre sociedades y otros impuestos huelen a “estilo Montoro”: aprobación vía decreto-ley cualquier día, con retroactividad al 1 de enero de 2018. ¡Canguelo, pues! ¡Y paradoja! ¡Más impuestos y también más déficit!