El fenómeno de las noticias falsas, que cada vez con más frecuencia vemos propagarse por las redes sociales, centra el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que la Iglesia celebra este Domingo de la Ascensión. Francisco invita a tomar muy en serio un peligro que envenena la convivencia y mina la confianza en los demás. A veces se trata de manipulaciones interesadas; otras, la consecuencia de un periodismo empeñado en ofrecer cuanto antes la noticia, a menudo sin contrastar y sin ofrecer los elementos necesarios para comprender las causas y el alcance de las informaciones. Pero el Papa advierte también de que, no pocas veces, las audiencias quieren ser engañadas, ya que, antes que información veraz, prefieren contenidos que refuercen sus prejuicios ideológicos. Paradójicamente, internet ha reforzado esta tendencia, generando «ambientes digitales homogéneos e impermeables a perspectivas y opiniones divergentes».

Los obispos españoles, en su propio mensaje, recuerdan que este fue uno de los puntos que destacaron los jóvenes de todo el mundo recientemente reunidos para preparar el Sínodo de octubre. Pese a vivir hiperconectados, constataron que su comunicación se limita a otras personas que piensan de manera similar. Por eso los jóvenes piden a la Iglesia que promueva espacios de encuentro en los que se cultive el gusto por la verdad y el sentido de la responsabilidad sobre las consecuencias de nuestras palabras.