Manos Unidas, organización no gubernamental para el desarrollo de la Iglesia católica, nacida del corazón de una Acción Católica sin fronteras, acaba de presentar su Memoria anual con los datos del ejercicio del 2017. El año pasado recaudó cuarenta y ocho millones de euros, un 2,2% más que en el ejercicio anterior. Los 894 proyectos en 59 países de Asia, Africa y América, avalan la trasparencia de unas manos que recogen el dinero de los donantes y lo multiplican a través de la entrega de quienes llevan adelante los proyectos, en la mayoría de los casos misioneros que hacen posible la presencia fecunda del Evangelio.

Educación, agricultura, sanidad y desarrollo integral de la mujer, son algunos de los sectores prioritarios en los que Manos Unidas trabaja en favor de las personas y los pueblos. Como ha declarado en la presentación de la Memoria la presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo, el mundo necesita gente más comprometida con aquellos a quienes el Papa Francisco ha calificado de “sobrantes”, en una sociedad en la que priman el individualismo y la falta de solidaridad. Desde el corazón de la Iglesia, Manos Unidas renueva un año más su acción apasionada y eficiente a favor de los más pobres y muestra la creatividad de una caridad que cambia realmente las cosas