El Vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha rechazado contundentemente las noticias aparecidas hoy en diversos medios en las que se afirmaba que existían irregularidades en su carrera de Derecho, al haber aprobado doce asignaturas el año en que fue elegido diputado por primera vez. En declaraciones al programa “Herrera en COPE”, Casado ha sostenido que la insinuación de irregularidades en su carrera académica es radicalmente falsa y que siente una tremenda indefensión ante el intento reiterado de aniquilar su capacidad profesional y política.

La transparencia debe ser rigurosamente exigida a cualquier responsable público, pero cuando se lanzan infundios con escaso fundamento y documentación, corremos el riesgo de convertir dicha exigencia en una especie de caza de brujas que termina por generar un clima irrespirable en torno a una persona y en la política en general.

Pablo Casado está bajo la lupa del escrutinio público desde que su nombre suena como posible candidato del PP a liderar las listas para el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid. Casado debe estar disponible a ofrecer cuantas explicaciones sean necesarias, pero eso no debe significar verse sometido a una especie de tiro al blanco. Por desgracia, resulta muy difícil desarraigar la sospecha una vez que se ha sembrado con asombrosa facilidad. La ansiada regeneración debe transitar por caminos menos pantanosos.