El oficial de policía Conklin estaba dando vueltas en su coche patrulla mientras se encontraba de servicio la pasada semana cuando escuchó la alerta de que un pitbull se encontraba suelto por la ciudad, desconcertado y perdido. Tras un rato buscando al perro, le encontró en mitad de la calle, pero presentaba heridas recientes tanto en la cara, en la boca como en las orejas. Pero fue tras descubrir lo que de verdad ocurría en la casa del animal cuando el agente conoció lo que es de verdad el miedo.

Una historia que ha compartido a través de redes sociales el departamento de policía de Marietta, en el estado de Georgia, en Estado Unidos. A pesar de que “Kilo”, un perro adulto de tamaño medio, presentaba una actitud amigable y simpática, su historia escondía mucho más y episodios especialmente oscuros. Algo que conoció tras colocarle en su coche patrulla y llevarle, antes, a un centro veterinario en el que trataron sus heridas.

El policía descubre el domicilio del perro

Una vez Kilo fue tratado de sus heridas, el agente procedió a localizar su casa a través de la información recogida en el collar del animal. Al llegar a la casa, lo primero que descubrió fue una pila de cajas amontonadas tanto en la parte trasera de la caja como en la parte delantera. Tras examinar la zona y llamar a la puerta del domicilio, salieron dos hombres que guardaban otros cinco pitbulls en el interior. No sabían responder ni los motivos de las lesiones de Kilo ni reconocían ser, a título individual, los propietarios de la mascota.

En ese momento comenzaron las sospechas: el agente Conklin no podía confirmar si los animales del interior también estaban lesionados como Kilo y qué era lo que realmente ocurría en aquella casa, pero algo olía a chamusquina. Por ello, como manda el procedimiento, contactó tanto con los servicios de animales del condado de Cobb como con el Juzgado del Condado para solicitar una orden de registro de la casa.

Lo que descubrió la policía al entrar en la casa

Las principales sospechas del agente y el juzgado eran claras: todo apuntaba a que los animales habían sido obligados a participar en peleas a muerte y habían sido criados para ello. Sin embargo, necesitaban entrar en la casa para comprobarlo. Allí, el agente Conklin encontró metanfetamina, alprazolam, MDMA, LSD, (3) rifles airsoft, un rifle Freedom Ordnance de 9 mm y un Palmetto AR-15 Rifle 223.

Los agentes se llevaron detenido a Ronald McCarthy, ciudadano de Marietta y de 43 años de edad, acusado de posesión de un arma de fuego por un delincuente condenado, posesión de metanfetamina con intención de distribuir, posesión de MDMA, posesión de Alprazolam , y posesión de LSD.

El reconocimiento al agente Conklin

Tras desalojar la vivienda y liberar a los perros, el jefe de policía Flynn destacó la labor del agente de policía que comenzó toda esta investigación: “La compasión del oficial Conklin por un animal herido, así como sus habilidades de observación y comunicación sirvieron a Kilo y todos los residentes en la zona el sábado”.

“Teníamos un sospechoso viviendo entre nosotros con múltiples medicamentos y armas, sin mencionar un pitbull herido, escondido a plena vista. Estoy orgulloso de tener oficiales dedicados como Conklin en nuestro equipo, sirviendo a esta gran comunidad que llamamos hogar”, concluía en su discurso. Sin duda, un encuentro fortuiro que el agente de policía y el perro jamás olvidarán.