Muhammad Abdul Qadir sobrevivía malviviendo helado en las calles de Karachi, en Pakistán. Según informa the Guardian, el hombre de 52 años vivía en una chabola en el suburbio de Orangi, uno de los más pobres del país. 

Un día, los agentes de la Agencia Federal de Investigación le detuvieron para interrogarlo, como parte de una investigación de lavado de dinero masivo, que incluía a decenas de cuentas bancarias falsas. El hombre descubrió entonces que tenía unos 16 millones de euros en el banco. Una cantidad inimaginable para una persona que apenas tenía para comer cada día.

Como ha declarado Abdul Qadir al diario británico: "Soy la persona con peor suerte del mundo. Cuando me enteré de que era millonario, ya no quedaba dinero en el banco". La cuenta corriente del desgraciado heladero pakistaní permaneció abierta entre los años 2014 y 2015.

Ante las dudas de los investigadores, que no se creían que Qadir no tuviera ni idea de que estaban utilizando su identidad para delinquir, el hombre invitó a los policías a visitar su pequeña chabola: "Mirad este lugar. ¿Por qué iba a llevar una vida tan miserable si tuviera millones en el banco?".

La historia de Qadir se hizo tan popular en su país que la gente lo reconocía por la calle: "Mirad ese pobre millonario vendiendo helado en las calles", le decían a modo de burla.

Al menos 77 cuentas bancarias están siendo investigadas por las autoridades de Pakistán, la mayoria creadas a nombre de trabajadores no cualificados y que desconocían su implicación en esta trama de lavado de dinero negro. La cantidad de dinero ilegal lavado podría rondar los 250 millones de euros.