La Guardia Civil y la Policía Local de Zaragoza han detenido a tres personas, tras haber localizado en una nave de San Juan de Mozarrifar un cargamento de más de 2.700 de kilogramos de carpas y siluros que presuntamente habían pescado ilegalmente en el Ebro para venderlos después en Rumanía.

Durante la inspección del inmueble, los agentes descubrieron en una cámara frigorífica las 77 cajas de plástico que contenían la mercancía con hielo, así como tres embarcaciones neumáticas, utensilios de pesca, redes y dos básculas de pesaje, según han informado fuentes del Instituto Armado en una nota de prensa.

Los tres varones de 45, 42 y 25 años están siendo investigador por un delito contra la salud pública, otro relativo a la protección de la flora y la fauna y otro de pertenencia a un grupo criminal.

En el registro de la nave, los agentes también han hallado las facturas con el precio cobrado por la mercancía que entregaban en el extranjero, por lo que han tasado el valor del pescado incautado en cerca de 8.000 euros.

En la operación también ha participado un equipo de veterinarios del Servicio de Sanidad del Gobierno de Aragón que, tras revisar la mercancía, han declarado el pescado como no apto para el consumo humano por no reunir las condiciones higiénicas necesarias y han levantado un acta para su destrucción.

Como resultado de la investigación, se ha podido determinar que el propietario de la nave, que alquilaba el inmueble a los tres detenidos, desconocía que se estuviese dedicando a una actividad ilegal.

En cuanto al modus operandi, los agentes han constatado que los ejemplares eran capturados en el Ebro durante la noche, con numerosas redes y anzuelos en línea, para ser transportados después en un vehículo, ocultos bajo las embarcaciones desinfladas.

La actuación está enmarcada dentro de la denominada Operación Glanis, desarrollada por el equipo de investigación del Seprona de la Guardia Civil de Zaragoza, que ya permitió detener a otras tres personas en el mes de julio.