Una empresa ha diseñado un sistema que permite bloquear los autobuses escolares si su conductor ha consumido bebidas alcohólicas, ya que impide arrancar el vehículo si no se realiza previamente una prueba de alcoholemia.

En el caso de que la prueba resulte negativa, el vehículo se puede arrancar y manejar sin problemas, pero, si resulta positiva, el automóvil queda bloqueado, ha informado este domingo en un comunicado la empresa malagueña Drivelock, que ha diseñado este sistema.

La firma, que ha obtenido la patente nacional de este dispositivo, cree que hay servicios, como el transporte escolar, que no deberían tardar en considerar obligatorio este elemento de seguridad.

De hecho, en la licitación pública para transporte escolar que quedó suspendida el verano pasado en Andalucía, se consideraba un elemento de mejora, altamente puntuable.

El dispositivo mide, a través de la respiración, las moléculas de alcohol en el aliento y puede detectar si la persona tiene una concentración por encima de la medida máxima permitida.

Este sistema de seguridad, que ya es obligatorio en otros países europeos como Francia y Alemania, ya ha sido implantado por Drivelock en algunas flotas de autocares, según ha informado uno de los responsables de la empresa, José Leiva.

Los autocares escolares están siendo los primeros en instalarlo a demanda de las propias asociaciones de padres, para evitar posibles accidentes o que conductores profesionales puedan conducir bajo la influencia del alcohol, ha indicado Leiva.