Hablar en público es una situación a la que todos nos tenemos que enfrentar alguna vez, tarde o temprano. Ya sea en nuestra época de estudiantes, a la hora de buscar un empleo o incluso en nuestra boda o en la de algún familiar cercano, en algún momento tendremos que aprender a explicar lo que pensamos ante un grupo de gente que nos observa.

Como explica Juanjo Mestre, creador del juego Retorik, pensado para aprender a hablar en público mientras te diviertes, la facilidad de palabra está relacionada con el sueldo: “Las personas que mejor hablan en público mejoran sus niveles de ingresos”.

Las dificultades para hablar en público afectan a muchas personas, “hay estudios que afirman que más del 75% de la población sufre dificultades para hablar en público” y para solucionarlo, “la mejor forma de aprender a hablar en público es hacerlo".

Un discurso en público debe incluir una serie de pasos que ayuden a conectar con las personas a las que te diriges: “En un discurso potente hay inspiración, datos, humor, citas célebres y anécdotas personales”. Siempre teniendo en cuenta, eso sí, las características personales del orador, "hay gente que es más fuerte en el tema del humor y otra que retiene muchos datos", y por supuesto también teniendo muy claro la audiencia a la que te diriges. “Hay que saber medir también la persona con la que estás hablando. No es lo mismo hablar en una entrevista de trabajo que ante una clase de adolescentes”.

Otra cuestión muy importante es no bloquear los nervios, que son normales cuando la situación te resulta importante. Aceptar que se está nervioso, incluso bromear con ello, te quita muchísima presión. 

En definitiva, aprender las técnicas necesarias y perder el miedo a hacerlo mal son los trucos para que cualquier discurso en público sea efectivo.