El VI Encuentro de ciudades para la seguridad vial y la movilidad sostenible ha concluido este viernes con una Declaración con catorce principios cuyo objetivo final es reducir el número de víctimas mortales y graves de los accidentes de tráfico a través de un sistema de movilidad sostenible, seguro y saludable.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha sido el encargado de clausurar este evento que desde ayer ha congregado en Zaragoza a más de 250 expertos en movilidad urbana y a otro centenar de personas que lo han seguido a través del canal de la web del organismo.

En encuentro ha concluido con una declaración cuyo pilar es la necesidad de integrar la seguridad vial en las estrategias locales de movilidad sostenible y hacer de ese aspecto y de la accesibilidad universal valores fundamentales en la planificación y gestión de nuestras ciudades.

Con el objetivo de reducir a la mitad en el año 2030 los fallecidos y heridos graves en accidentes de tráfico, se incide en que la actuación de todas las administraciones, organizaciones, empresas y profesionales con influencia sobre las condiciones de seguridad de los desplazamientos debe regirse por el imperativo ético de que toda muerte y lesión grave es "prevenible e inaceptable".

Se reclama al Gobierno de España la aprobación de una Estrategia de Seguridad Vial que además de reducir las víctimas aspire a eliminar las diferencias entre las ciudades y el ámbito interurbano, que se coordinen de manera adecuada las diferentes estrategias y políticas vinculadas a los ámbitos de la movilidad, la seguridad vial, el medio ambiente o la salud pública y que se garantice una adecuada gobernanza con las entidades locales.

Para tomar las mejores decisiones es conveniente conocer bien cuáles son los problemas derivados de la seguridad vial y sus causas y es por lo que en la Declaración se recoge la necesidad de impulsar procedimientos efectivos que permitan un mejor conocimiento sobre los datos de accidentes, movilidad e indicadores de seguridad (como velocidad, cinturón, casco y alcohol).

Se insta asimismo a todos los municipios a desarrollar Planes de Movilidad Urbana Sostenibles y Ordenanzas de Movilidad con integración plena de la seguridad vial como elemento esencial de la planificación urbanística y que tengan como prioridades los peatones, los ciclistas y el transporte público como principales colectivos vulnerables a proteger y fomentar.

También se reclama a las administraciones públicas, organizaciones y empresas planes de movilidad para los desplazamientos in itinere y en misión de sus trabajadores que, entre otras prioridades, garanticen la seguridad de las flotas de vehículos y sus condiciones de utilización y mantenimiento.

Implicar a la sociedad civil en la toma de decisiones, fomentando la participación y el debate ciudadano sobre los aspectos relacionados con la movilidad local y la seguridad vial; reconocer la necesidad de regular y contar con un diseño urbano adecuado que permita un reparto de mercancías en ámbitos urbanos de forma racional y satisfactoria, y que la actuación de todas las administraciones públicas se inspire en el principio de accesibilidad universal son otros de los puntos recogidos en la Declaración.

Asimismo se hace hincapié en el papel de la velocidad como parámetro decisivo del riesgo de lesión mortal o grave en caso de accidente, por lo que se insta a las administraciones competentes a adoptar aquellas medidas y actuaciones que favorezcan el calmado del tráfico.

El documento no se olvida de las víctimas de los accidentes de tráfico y se exhorta a todos los poderes públicos a mejorar la atención y la información que les presta a éstas y a sus familiares y a reconocer que una respuesta efectiva después del accidente también incluye una adecuada reinserción social y laboral, así como un apoyo psicológico-mental, social y legal adecuado y suficiente. EFE

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