En Navidad hay dos grandes sorteos de lotería, la de Navidad, con su conocidísimo “Gordo”, y la de El niño. Esta última llega al final de las fiestas, cuando ya hemos gastado el dinero en regalos y parece que el espíritu navideño empieza a desaparecer. Saliendo a la calle hemos descubierto que es verdad que la gente lleva menos décimos para este sorteo, pero no por ello dejan de comprar. “Para la Lotería de Navidad he llevado 8 y ahora de momento llevo 3, pero todavía quedan días” confiesa un señor mientras hace cola en una administración.

Muchas son las supersticiones que acompañan a estos sorteos, pero hay una que destaca entre el resto como explica un cántabro que acaba de comprar un décimo “siempre juego a un número que es mi fecha de nacimiento, que debe hacerlo el 90% de los españoles”

Las colas en las administraciones crecen y crecen a medida que se acerca la fecha. No solo los habitantes de esa población se acercan, los turistas no quieren perder la oportunidad de llevarse un décimo de cada rincón de España. “Somos de Barcelona y como hemos venido a pasar unos días aquí pues aprovechamos” comenta una pareja a las puertas de Doña Manolita.

La ilusión brilla en sus miradas cada vez que entran por la puerta y una hilera de décimos se agolpan en el cristal. A veces es muy difícil quedarse solo con uno, y claro, al final, todos nos llevamos un para casa.