Como es habitual, cada 6 de enero se celebra la Lotería del Niño, acto que marca el fin de las Navidades. Esto no implica, sin embargo, que miles de españoles aprovechen la oportunidad para celebrarla y compren un número, especialmente a aquellos a quienes la suerte les ha pasado por largo en la Lotería de Navidad.

Este 2021, después de lo vivido en 2020, los españoles más que nunca han aprovechado para compartir sus décimos, una tradición habitual en muchos hogares que este año tiene un matiz, si cabe, más emocional que económico.

Las denominadas participaciones

Pero como viene siendo habitual, lotería es sinónimo de dudas. Y esto es que lo que ha pasado con las denominadas participaciones. Esta idea nace precisamente para que las personas puedan dividir entre varias personas un mismo número, sobre todo si la persona que juega no quiere gastarse los 20 euros que cuesta el número y opta, por ejemplo, por repartir el número con otros familiares o amigos así llevarse un número de los establecimientos a los que acude con cierta constancia.

Pero, ¿qué pasa si "toca"? En el caso de que el número que un participante resultase premiado, pero esté dividido entre varias personas, entra en juego la confianza que unos tengan en otro. La persona que tiene el número, y no una copia, es la única que puede cobrar el premio, por eso, ante los problemas que puedan surgir es bueno tomar una serie de consejos.

Consejos para evitar problemas

Los expertos en la materia explican que una participación es algo idéntico a un contrato, y por eso es bueno diseñar un documento físico que detalle específicamente los datos del poseedor de esa parte del décimo como de la persona que lo cobrará, y repartirá el premio.

En ese documento deben figurar los siguientes aspectos:

• Nombre y apellidos de los implicados.
• DNI o Pasaporte.
• Domicilio físico.
• Coste de cada participación.
• Fecha en la que se firma el documento.
• Sorteo para el que se juega.
• Número del décimo a repartir.

Para evitar problemas con Hacienda hay que recordar que las papeletas no están exentas de tributación. Por ello sería conveniente que se deje por escrito el porcentaje que irá destinado a las cuentas públicas. Además, la persona encargada de cobrar el décimo deberá acreditar ante la Administración Tributaria que el premio será repartido.

De esta forma se evita que cuando el bote se divida no se considere una donación, ya que en tal caso tendrá que pagar un nuevo impuesto, en concreto el de "Sucesiones y Donaciones".

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