El Teatro Real lleva siendo desde el año 2012 el escenario del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad. A las 8 de la mañana del martes 22 de diciembre, como cada año, abrirá sus puertas para dar rienda suelta a los sueños e ilusiones de millones de españoles.

A pesar de que será necesario que se sigan aplicando medidas especiales por los efectos de la pandemia provocada por la covid-19, las tablas del Teatro Real acogerán a los niños de San Ildefonso cuyas voces entonarán un año más el premio Gordo que repartirá 640 millones de euros, 400.000 euros al décimo agraciado. Por su parte, el segundo premio será de 125.000 euros al décimo y el tercero repartirá 50.000 euros al décimo.

Si algo despierta el interés de los fieles entusiastas al Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad es la seguridad que garantiza que el procedimiento se cumpla con la máxima escrupulosidad. Y es que, durante los días previos a la celebración del mítico sorteo: ¿cómo se custodian los bombos? ¿Y las bolas? ¿Quién vigila que no se altere ninguno de los elementos que hacen posibles la celebración del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad?

Los bombos: custodiados en una de las plantas subterráneas del Teatro Real

La seguridad ante una posible manipulación fraudulenta tanto de los bombos de latón rojo (hechos de una aleación de cobre, estaño y plomo) como de las bolas que descifrarán el número agraciado por los premios gozan de una vigilancia especial durante días antes del sorteo. Y es que todas las medidas de seguridad son pocas cuando están en juego 2.240 millones de euros que se reparten más del 70% de lo recaudado, más de tres mil millones de euros.

El bombo de menor tamaño, que contendrá las 1.807 bolas de premios, y después el más grande, en el que se depositarán los 100.000 números, permanecen custodiados 16 metros por debajo del escenario hasta el día del sorteo por dos vigilantes armados, además de por el sistema de seguridad propio del Teatro Real.

Además, desde hace cuatro meses, dos personas han estado clasificando las bolas, depositadas en unos arcones desde diciembre del año pasado, primero por millares y luego por centenas, para que descansen sin problema alguno en los bombos que repartirán la suerte el 22 de diciembre en el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad.

Una vez los bombos en el Teatro Real, el personal de auditoría desprecinta las bolas y, después de comprobar que durante el traslado no ha habido ningún incidente, las vuelve a precintar hasta el día del sorteo. El día previo al gran Sorteo, los Niños de San Ildefonso participan en un ensayo general en el que participarán con el objetivo de que pierdan el miedo escénico, aunque eso sí, con unas bolas alternativas a las protagonistas del esperado Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad.

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