El joven valenciano Rafael Sanchis, que emprendió hace cinco meses un viaje en bicicleta por España para retirar el plástico que encontrara en su camino y concienciar sobre la necesidad de controlar el consumo de este material, ha finalizado hoy su periplo en el que ha recogido 711 kilos.

Sanchis ha realizado esta mañana su última acción en la playa de Pinedo de Valencia, acompañado de cerca de medio centenar de personas, y ha acabado su viaje simbólicamente en las Torres de Serranos de la capital valenciana, donde el pasado 14 de julio inició su aventura con el nombre de Miss Pachamma, en homenaje a la diosa inca de la naturaleza.

"Ha sido muy emocionante porque inicié el viaje en solitario y hoy me esperaban en las torres más de 60 personas", entre ellos la consellera valenciana de Medio Ambiente, Elena Cebrián, ha manifestado Sanchis en una conversación con Efe.

Muchas de estas personas han seguido la aventura que el joven valenciano ha ido relatando y documentando en sus redes sociales, que suman ya cerca de 3.000 seguidores en Facebook y 2.900 en Instagram, así como sus vídeos en su canal de Youtube y el blog en su página web Miss Pachamama.

El joven valenciano, de 27 años de edad, se define como una persona "aventurera", amante de la naturaleza desde que a los siete años se integró en un grupo de scouts, valores que también le han inculcado su padre, miembro de una ONG, y su madre, profesora.

La idea de este viaje surgió el pasado mes de junio, cuando dando una vuelta a la isla de Ibiza en kayak buscó cobijo en la cala Salada ante la llegada de una tormenta y al día siguiente se desplazó a la playa contigua, la cala Saladeta.

Relata como llegó a la playa un grupo de chicos, "con su mesa plegable, sus botellas de alcohol, refrescos, vasos de plásticos y pajitas" y tras la fiesta dejaron los restos en la arena.

Fue un hombre alemán, que llevaba más de 30 años yendo a veranear a Ibiza, quien se puso a recoger la basura y le alertó de que todo este material "iba a acabar en el mar", una frase que no podía quitarse de la cabeza, por lo que decidió seguir su ejemplo y retirar la basura en otra cala.

De esta experiencia surgió la necesidad de que "algo había que hacer" y que había que concienciar a la sociedad de este problema con el ejemplo, recuerda.

Así que cogió su bicicleta y le acopló un carro con el que emprendió el viaje con el objetivo de ir recogiendo la basura que fuera encontrando a su paso, por los parajes naturales.

Partió de Valencia hacia Teruel y de allí a Zaragoza, Pamplona, San Sebastián, recorrió toda la cornisa cantábrica hasta La Coruña y continuó por Santiago de Compostela, Orense, Zamora, Salamanca y Ávila, y llegó a Madrid y de allí a Sevilla, Cádiz hasta regresar a la capital valenciana por el litoral mediterráneo.

En total han sido 4.546 los kilómetros recorridos, en los que ha recogido 711 kilos de plástico, y en los que ha dado charlas en colegios y centros sociales, con una gran acogida y "hospitalidad", agradece.

El balance es que "España está sucia, nada ni ninguna zona se salva" y que hay un serio problema de residuos que hay que afrontar con cambios de hábitos en el consumo, hacia un modelo más sostenible.

Ahora asegura que se va a coger un tiempo para descansar y disfrutar de la familia y los amigos, pero tiene ya en mente una nueva aventura, que no quiere desvelar y para la que necesita financiación, pero que seguirá su lema de que "la mejor forma de concienciar es con el ejemplo". EFE