Generar electricidad "limpia", apoyar el desarrollo rural y ayudar a dispersar la polución son algunos de los beneficios que proporciona la energía eólica, según distintos expertos consultados por Efe con motivo del Día Mundial del Viento, que se conmemora este sábado.

El viento es "un elemento normalizado" en la Historia, desde que "nuestros antepasados empezaron a aprovechar sus beneficios para la navegación o el empleo de molinos para convertir grano en harina", según el físico y comunicador científico José Miguel Viñas.

Actualmente, los beneficios del viento se extienden a otros ámbitos, tanto económicos como medioambientales, incluyendo la producción de energía, la generación de empleo o el impulso a las áreas rurales para luchar contra "la España vaciada", como recuerda el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez.

Según cifras facilitadas por la patronal eólica, la energía del viento durante 2018 en España generó 3.394 millones de euros -el 0,31 % del Producto Interior Bruto-, proporcionó el 20% de la cobertura eléctrica demandada y evitó la emisión de 25 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).

Estos datos sitúan a España en el quinto lugar de países por potencia instalada a nivel mundial, tras China, Estados Unidos, Alemania e India y en el segundo puesto de la UE.

Por ello, una interlocución entre entes reguladores e instituciones públicas es "fundamental" para avanzar hacia la transición energética, ha insistido a Efe Márquez, quien considera que la electrificación es "la solución definitiva" para la descarbonización.

"El Día Mundial del Viento es la oportunidad para que salte una bombilla en nuestros cerebros y nos diga 'oye, tenemos esta oportunidad y hay que aprovecharla', y entendamos esta energía como elemento vertebrador del futuro", ha destacado.

Además de los beneficios económicos, Viñas ha señalado que el viento es una "escoba invisible" que favorece al medio ambiente al dispersar contaminantes de la atmósfera.

El físico recalca "la ausencia de viento como una de las consecuencias de mayor impacto de la contaminación en las ciudades", ya que incrementa la concentración de polución y agrava los problemas de salud.

Aunque se espera un aumento de fenómenos extremos como huracanes o tornados, las proyecciones futuras de cambios de vientos son "más complicadas" que las de aumento de temperaturas o subida del nivel del mar porque "es muy difícil valorar la dinámica de la atmósfera", dado que el viento se genera con las diferencias de presión provocadas por factores térmicos o mecánicos.

El Día Mundial del Viento también sirve para divulgar curiosidades relacionadas con este elemento, como la etimología de las palabras que designan algunos de los "vientos españoles" más conocidos.

Así, la Tramontana, viento del noreste de Cataluña y Menorca, es un término que procede del latín 'trasmontanus', viento que atraviesa las montañas, mientras que el Cierzo, que sopla en Aragón, procede del mismo idioma, de la palabra 'cercius', en referencia a un antiguo nombre del dios del viento, según Viñas.