El diestro Antonio Ferrera ofreció hoy en la ciudad francesa de Istres una tarde muy importante en la que, más allá de las dos orejas que cortó, lo más relevante fue la dimensión que ofreció con sus dos toros, en un festejo en el que el local Juan Leal sumó un trofeo y Morante de la Puebla se fue de vacío.

Lo mejor de la función llegó en el cuarto, un toro con calidad de Zalduendo al que Ferrera toreó con arrebato de capote, banderilleó también de forma vibrante y cuajó de muleta en una labor muy personal en la que hubo momentos sensacionales en lo fundamental hasta que el toro decidió volver grupas a tablas.

No desistió el extremeño, que se metió con él en su terreno y le acabó robando pases de magnífica firma ante un público totalmente entregado con él, de ahí que, tras la estocada, cortada las dos orejas.

En el que abrió plaza pudo haber sumado ya Ferrera alguna oreja de no ser por la espada después de una faena de exquisito corte ante un toro muy noble pero cogido de alfileres en cuanto a fuerza y raza.

El otro torero en tocar pelo en la tarde fue Juan Leal ante el sexto, un toro con calidad lo poco que duró y al que diseñó una labor encimista y en la que vendió muy bien el valor que atesora.

Antes, con el tercero, un gran toro de Zalduendo, le hizo Leal una faena muy variada en comunicativa con los tendidos en la que no faltaron pasajes de rodillas, tandas sobra ambas manos más o menos estimables y un final en la distancia corta marca de la casa. El mal uso de los aceros le privó del triunfo.

A Morante le correspondió el lote de menos opciones por blandos y apagados, pero en su debe hay que anotarle detalles de exquisita torería en ambos, especialmente el maravilloso saludo capotero al quinto con una rodilla en tierra y una media inmensa.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Zalduendo, desiguales de presentación y juego. El mejor, el tercero. Con calidad, el blando y desarazado primero; muy apagado el segundo; de mucha clase hasta que se rajó el cuarto; deslucido el quinto y a menos el sexto.

Antonio Ferrera, ovación y dos orejas tras dos avisos.

Morante de la Puebla, ovación y silencio tras aviso.

Juan Leal, ovación tras aviso y oreja.

La plaza se llenó dentro del aforo permitido.