El criador de reses bravas Antonio González, propietario de la ganadería de Cantinuevo, ha fallecido hoy a los 76 años después de cuatro días ingresado en la clínica La Zarzuela de Madrid, han informado a Efe fuentes cercanas a la familia.

No han confirmado si la causa de la defunción ha sido debida al coronavirus, aunque las mismas fuentes aseguran que: "tenía síntomas como de un proceso gripal, estaba muy decaído y él no se encontraba nada bien desde hacía varios días".

González dedicó su vida a su doble pasión: la crianza del toro bravo y a su yeguada de pura raza árabes, animales que viven en extensivo a lo largo de las 80 hectáreas que conforman la finca "Cantinuevo", ubicada en Fuentelencina (Guadalajara).

La ganadería de bravo era relativamente joven, pues ingresó en la Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia en el año 2004.

Inicialmente fue creada con reses de Enrique Ponce y Nazario Ibáñez, posteriormente, en 2004, la refrescó con astados de Las Ramblas y El Torero hasta que en 2016 añadió 50 animales (machos y hembras) de procedencia Garcigrande, de encaste Domecq.

Además, en su finca, posee una magnífica plaza de toros cubierta que muchos toreros han utilizado como cuartel general para llevar a cabo numerosos tentaderos y entrenarse también en el invierno.

El siempre recordado Iván Fandiño fue uno de ellos, tanto que hasta eligió esta finca para presentar ante los medios la encerrona con seis toros que llevó a cabo posteriormente en Las Ventas en el año 2015.

Actualmente servía de instalación de entrenamiento para el Centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento (CITAR).