Pablo Aguado, en 'Herrera en COPE': “En el ruedo rivalizo conmigo mismo”

El torero comienza mañana su temporada en la Corrida de Primavera de Illescas tras la lesión de rodilla que sufrió hace unos meses

El torero comienza mañana su temporada en la Corrida de Primavera de Illescas tras la lesión de rodilla que sufrió hace unos meses

Rosana Rábago Madrid

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 12 mar 2022

Su vida cambió en una tarde. Pasó de ser un torero prometedor a una figura indiscutible. Pablo Aguado salió a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla en la Feria de Abril de 2019, la anterior a la pandemia, y desde entonces se ha convertido en uno de los líderes de una nueva generación de toreros que han llegado a la Fiesta para mantener su vigencia en pleno siglo XXI.

Mañana comienza su temporada en la Corrida de Primavera de la localidad toledana de Illescas. Una muy especial ya que viene de superar una lesión de rodilla que sufrió hace unos meses. Pero él ya se encuentra bien, como ha aclarado en 'Herrera en COPE': “Creo que estoy recuperado pero en el día de antes siempre tengo el cuerpo un poco cambiado”.

De hecho, el torero ha contado que ayer acabó la preparación en el campo, una que fue muy express ya que, normalmente, “la pretemporada la solemos empezar después de Navidad, después de las fiestas y este año pues solo tuve un mes de preparación”, ha explicado Aguado. A pesar de eso, el torero le ha encontrado el lado bueno a esa preparación tan rápida: “Muchas veces cuanto menos toreas, con más ilusión lo coges después”.

Sin embargo, también tiene sus dudas. Una que, según ha aclarado, le acompaña durante toda su carrera: “Ya no es cuestión de la lesión, de las dudas que te acompañan cuando te lesionas sino que son dudas artísticas, dudas de cómo te vas a encontrar, de la ilusión con la que lo vas a afrontar, de cómo te vas a despertar el día que tienes que dar la cara sí o sí”. Como ha explicado, “son dudas físicas pero sobre todo artísticas”. Unas que se le olvidan cuando comienza su faena y es que, en el ruedo, simplemente “rivalizo conmigo mismo”.