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Doctor Cavadas: su pique con Sonsoles Ónega, el papel de sus hijas en sus operaciones y por qué no lleva bata

Pedro Cavadas es uno de los doctores más reconocidos de nuestro país, especializado en reconstrucción microquirúrgica

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Tiempo de lectura: 8'Actualizado 06:10

Pedro Cavadas es uno de los doctores más reconocidos de nuestro país. Especializado en reconstrucción microquirúrgica desde el año 1994, Cavadas forma parte del ranking de los cien mejores médicos de España, según la revista 'Forbes'. A pesar de no tener clara su vocación desde niño, a temprana edad ya sabía que querría estudiar en la Universidad de Medicina de Valencia.

El especialista se licenció en Medicina en 1989 en la Facultad de Medicina de Valencia con Matrícula de Honor e hizo la residencia (MIR) en el Hospital La Fe en la especialidad de Cirugía Plástica y Reparadora en 1995. Es Doctor en Medicina por la Universidad de Valencia, con la calificación de “Apto Cum Laude”.

Desde entonces, es reconocido como el "cirujano-milagro". Su trayectoria profesional ha tenido una gran repercusión social y mediática a nivel internacional. Esto se debe a que, sumado a todas sus intervenciones milagrosas, fue el primer doctor en llevar a cabo un trasplante mundial de cara, mandíbula y lengua.

Asimismo, también se le conoce por la Fundación que lleva su nombre y que, entre otras múltiples actividades, desde el año 2003, proporciona cirugía constructiva moderna a pacientes desfavorecidos de países africanos. La Fundación Pedro Cavadas organiza campañas quirúrgicas humanitarias a la región occidental de Kenia, donde operan a pacientes, fundamentalmente niños, de problemas reconstructivos complejos de forma totalmente gratuita. Desde el año 1996 la Fundación ha realizado más de 11.000 intervenciones, entre ellas, 700 reimplantes.

Tal y como señala la biografía publicada en la Universidad Internacional de Valencia, "Cavadas realiza una media de 1.800 operaciones anuales. Ha realizado trasplantes de manos, piernas y brazos. Todo ello acompañado de una gran labor investigadora siendo autor de más de 120 publicaciones internacionales, y haber asistido y organizado múltiples cursos en Cirugía Reconstructiva, tanto en España como en el extranjero".

A pesar de ser un doctor muy conocido internacionalmente, siempre ha intentado mantener su vida privada al margen, dado que no le gusta que se hable de él más de lo que se deja ver en sus redes sociales y en la pequeña pantalla. Es por esto por lo que hay mucha información sobre Cavadas que resulta desconocida.

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Su familia

El doctor Cavadas es el pequeño de cinco hermanos. Su padre, Pedro Cavadas Cobos, murió en 2016. Todo un ejemplo para sus hijos, a los 17 años vendió unas botas para dejar de ser cabrero y poder estudiar. Logró terminar Derecho y, en 1953, aprobó la oposición de Administrador Civil del Estado. Ejerció en la Confederación del Júcar y fue profesor asociado en la Escuela de Ingenieros de Caminos de la Universidad de Valencia. Por otro lado, su madre, Carmen Rodríguez Abarca, dedicó su vida a cuidar de su hogar y de sus hijos.

Aunque nació en Valencia, el doctor también creció en Castellar de Santiago, provincia de Ciudad Real. Esto se debe a que sus padres son de allí, al igual que sus abuelos. Incluso sus padres se trasladaron a su lugar de origen cuando se jubilaron.

Su vida privada

Cavadas es muy celoso con su vida privada, por lo que solo se sabe que es padre de dos niñas y que se separó de quien fue su pareja, con la que mantiene mu buena relación actualmente. Como hizo saber el propio doctor, adoptó dos niñas en China: Ruolan y Xiaodan, de 19 y 15 años respectivamente. "Son lo mejor de mi vida", asegura el doctor. "De lo que me siento más orgulloso, con diferencia, es de haber ido a China a por ellas", agregaba para 'ABC'.

No obstante, al principio, le cotó a hacerse la idea, dado que la idea de adoptar fue de su entonces mujer. "Luego aprendí a quererlas y ahora no me imagino la vida sin mis hijas", reconocía Cavadas. Una de ellas quiso seguir el ejemplo de su padre y también estudia Medicina, ya que es un mundo que conoce muy de cerca.

A raíz de esto, el doctor confesó, en una entrevista para 'EFE', que cuando le tocaba estar con ellas y le llamaban de urgencia acudía con ellas. Incluso, con tan solo cinco años, Ruolan y Xiaodan ayudaban a su padre en la sala de disección de cadáveres: "Ellas siempre dicen que su papá es el más listo de todos. Pasan conmigo consulta muchas veces, y sí, han entrado cientos de veces en quirófano. Están muy acostumbradas"

Desde hace dos años, Cavadas comparte su vida Vanessa Alemany, una enfermera con la que también trabaja. “A mí siempre me han llamado la atención los sitios de guerras, de costas donde acuden enfermeros y médicos a trabajar, y yo siempre quería estar en una de esas, creo que no podría tener un puesto con un horario normal y trabajar en un mismo sitio todos los días”, cuenta Alemany en una web de enfermería.





La dura pérdida que le cambió la vida

A pesar de sus increíbles conocimientos, estuvo una temporada en paro. Esto se debe a que, tras finalizar sus estudios, perdió a cara o cruz una plaza para trabajar en La Fe con su compañero de residencia. Sin embargo, no perdió la esperanza y decidió montar su propia consulta, la que llegó a ser todo un éxito y le dio mucho dinero. Gracias a ello, vivía en una casa de gran tamaño en Valencia y en su garaje disponía de tres Porches.

No obstante, con el paso de los años, decidió cambios su estilo de vida radicalmente. En 2001, la muerte de su hermano Jaime, en un accidente de tráfico, le cambió su forma de ver la vida. Ese mismo año, se fue de viaje a Kenia y lo que vio allí le empujó a tomar una importante decisión. Al regresar a España, vendió sus coches y dejó a un lado su lujosa vida para dedicarse a ayudar a los más desfavorecidos.

"Siempre fui así, pero me di cuenta y por lo menos ahora he tenido la valentía de quitarme un montón de lastres. Querer tener y tener genera una situación de infelicidad continua hasta que te das cuenta... Creo en una distribución razonable de la riqueza", declaraba en una entrevista en 'El País'.

Con la Fundación Pedro Cavadas, hace dos o tres viajes al año para llevar a cabo operaciones gratuitas y escapadas más cortar para revisar cómo se encuentran sus pacientes. Para ello, cuenta con su hermana Virginia. Tras dos décadas como promotora inmobiliaria, decidió dejar todo para unirse al proyecto de su hermano y ser su contable y relaciones públicas.





Su primer trabajo

Su primer trabajo fue como Médico Interno Residente en el Hospital La Fe de Valencia, donde se especializó en Cirugía Plástica y Reparadora en 1995. No obstante, siempre tuvo claro que no quería dedicarse a la estética y dedicaba sus vacaciones a ir a los hospitales de cirugía más prestigiosos en San Francisco, Detroit o Dallas para aprender cómo trabajaban los mejores doctores del mundo.

"En el hospital donde hice la especialidad (La Fe de Valencia) no me dieron la formación de calidad que yo quería a toda costa. Así que buscaba a los que publicaban mejores artículos y me iba fuera a aprender durante mi mes de vacaciones, a veces en comisión de servicio y otras simplemente me fugaba", contaba en una entrevista para 'Telva'.

"Estaba en cuarto curso de Medicina, en las prácticas de ginecología, para hacer un legrado. Eso no es, con todos mis respetos, ni una operación, pero tienes que seguir todo el protocolo: vestirse, ponerse los guantes, la mascarilla... Cuando eres joven todo eso te abruma. Dices: 'Soy yo realmente el que está tirando de un separador y manipulando un útero'. Y luego está el documento, de esos antiguos de autocalcado con hoja amarilla, blanca y rosa, donde pone: 'Ayudante P. Cavadas'. Ese papel se lo enseñé a mi madre con ilusión... y lo guardé hasta hace poco", contaba el doctor en Esquire sobre su primera operación.





El motivo por el que no lleva bata

Dado su prestigio como doctor, siempre ha llamado mucho la atención su rechazo a la bata blanca. "La bata es una especie de uniforme, un disfraz que en muchos sitios obligan a los médicos a llevar, pero como soy mi propio jefe no me obligo, y también para dejar claro a un paciente que tú eres el médico, ¿Qué no lo saben?, aunque me gusta que me llamen con respeto, de usted y no 'oye Pedro'", explicaba en una entrevista para EFE.

Otras aficiones

Aunque dedica casi todo su tiempo a su trabajo y a seguir estudiando, tiene otras aficiones. "Me gusta el tiro con arco y la caza con arco, es una pasión absoluta, y aunque odio el fútbol con toda mi alma, me tiene que gustar porque Xiao es muy aficionada y por imperativo legal soy del Barça, porque lo es mi hija", contaba en 'ABC'. "Me encanta la artesanía africana y tengo toneladas de cosas y no me traigo más porque no me caben. Cada uno de los collares africanos que tengo tiene su historia porque muchos son de pacientes a los que he intervenido que me los ha vendido", agregaba.

Asimismo, reconoce, en el mencionado medio, que también dedica tiempo a los idiomas: "En inglés me encantaría ser bilingüe pero de cero a diez, 9; hablo el suficiente Suajili para entenderme cuando voy a África oriental, y ahora quiero aprender chino con mi hija Ruo por diversión".





Su conflicto Sonsoles Ónega

Sonsoles Ónega realizó una conexión en directo con el doctor Cavadas en 'Ya es mediodía'. El aceptó intervenir para hablar de que fue premiado ya que, unas horas antes, acababa de ser galardonado con el Premio de Honor de Mensajeros de la Paz en Valencia. Sin embargo, la presentadora parecía estar más interesada en sus conocimientos para analizar la situación actual del plan de vacunación, haciendo hincapié en las vacunas de Jassen y AstraZeneca.

Nada más comenzar la conexión, la presentadora de Telecinco saludó al doctor Cavadas y le formuló una primera pregunta sobre la vacunación tras presentarle. Al escuchar la palabra 'vacuna' en la cuestión, el entrevistado cerró los ojos y se negó a responder cualquier tipo de pregunta en relación a este tema: "Las vacunas, perdóneme, pero me dan igual. Yo soy cirujano, no experto en vacunas".

De esta manera, el entrevistado aclaró que solo estaba dispuesto a hablar del premio que el Padre Ángel le acababa de entregar. "Hoy me dan un premio que agradezco infinitamente, me han ofrecido una entrevista para hablar el tema. A partir de ahí, no tengo mucho que decir, perdona que le quite la ilusión", señalaba el sanitario muy claro, dejando a cuadros a la presentadora.

"No hombre, la ilusión no... El interés por el premio es muchísimo. De hecho, le hemos presentado así", le aseguraba la conductora del espacio. "Y fíjese si hace usted por la sociedad cuando nos traslada sus predicciones siempre acertadas. No sé si de eso se ha hablado en el premio", comentaba Ónega, para intentar preguntarle acerca de la pandemia.

“No, gracias a Dios. No se lo estoy poniendo fácil, lo siento. Está intentando llevar la conversación...”, se disculpaba el entrevistado al ser consciente de que estaba evitando todos los temas que le proponía la presentadora. No obstante, la comunicadora reconocía que le gustan las cosas difíciles. "Pues le va a encantar entonces esto", señalaba Cavadas, dejando claro que no iba a cambiar de actitud.

Tras hablar unos minutos sobre su libro, la periodista se ha interesado por "tuvo miedo" a la vacuna que acababa de recibir. "Yo soy mayor, ya no tengo miedo de nada, es una vacuna, soy sanitario y había que ponérsela, la que hubiera… era la que sobraba, la de Moderna creo… La de fregar… La que tocara, imagino que son parecidas", decía entonces cavadas.

"Citando a Don Francisco, yo he venido a hablar de mi libro", zanjaba el invitado, dejando claro que solo quería hablar de su premio y que no iba a ceder a ninguno de los intentos de la presentadora por llevar la conversación a otro lado. "Que a mí me pille Dios confesada en esta entrevista, que si lo llego a saber me hago otras preguntas", afirmaba Ónega al invitado. "Hombre, he estado con el padre Ángel. Algo de su talante me ha contagiado", respondía él, muy serio.

Finalmente, ambos se despidieron hasta una próxima entrevista. "Señor Cavadas, no le veo con ganas de compartir con la audiencia su conocimiento, su experiencia, sus predicciones, que siempre han sido acertadas... Es un placer que la audiencia sepa que le han dado un premio tan importante y, espero, que la próxima acertemos usted y yo con lo que podemos preguntar y contestar", concluyó Ónega.

"Seguro que lo acertaremos si lo hablamos previamente", le contestaba el sanitario, dejando claro que la próxima vez le consultara las preguntas antes de dar paso a la entrevista. “Mercedes Milá me enseñó por dónde ir. Gracias, señor Cavadas", se ha despedido la periodista.




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