Las potencialidades de la Inteligencia Artificial (IA), en el hogar pero sobre todo en la empresa, van a crecer durante los próximos años y se van a multiplicar cuando se combine y se integre con otras modernas tecnologías, como el "internet de las cosas", el "aprendizaje automático" o con la automatización robótica de muchos procesos.

Se pone de manifiesto en un estudio que ha hecho el Instituto de Economía Digital de la escuela de negocios ESIC, en el que varios expertos han tratado de identificar las principales tendencias e innovaciones que pueden surgir durante los próximos años en relación con la inteligencia artificial.

Los más de cien expertos que han participado en el análisis, que se ha presentado hoy, han identificado además los perfiles profesionales que existen en el mercado y que están demandando las empresas, así como las competencias y las habilidades específicas que deben adquirir los profesionales que trabajen en el campo de la inteligencia artificial.

Así, han constatado que antes de la pandemia causada por la covid-19 ya se habían desencadenado cambios en las tendencias de los consumidores y en los negocios para adoptar la Inteligencia artificial y numerosas empresas estaban ya recurriendo a los procesos de automatización robótica, pero también que la integración de esos procesos con la inteligencia artificial puede llevar el control de las tareas "a otro nivel".

El estudio refleja también cómo crecen las amenazas a la ciberseguridad y el problema creciente que supone la exposición de los datos personales y el "pishing" -la suplantación de la identidad de un organismo público o de una entidad bancaria-, pero también cómo la Inteligencia artificial puede contribuir a evitar o reducir esos delitos mediante la detección de transacciones y actividades digitales falsas.

La combinación de esta tecnología con el "internet de las cosas" va a proporcionar a las empresas soluciones "muy potentes", según los expertos, convencidos además de que muchos de los dispositivos inteligentes que se están incorporando en el hogar van a servir para predecir y atender las necesidades humanas.

Citan en ese sentido el ejemplo de los asistentes digitales (tipo "Siri" o "Alexa") que han entrado en millones de hogares, una tendencia de colaboración entre las personas y los robots que va a seguir creciendo y que se va a extender en las industrias y en las oficinas, en las que va a mejorar -mantienen- los flujos de trabajo.

La inteligencia artificial va a encontrar aplicaciones en el campo de la "estrategia corporativa", en la selección de personal y recursos humanos, en el comercio digital o en las cadenas de suministro, han augurado los expertos, y han citado los ejemplos de algunos gigantes tecnológicos que han revolucionado la forma en que se transportan las mercancías.

El informe destaca las múltiples aplicaciones de la inteligencia artificial en muchas tareas sencillas y cotidianas, pero también que muchas de esas tareas repetitivas requieren un alto nivel de conciencia ética, por lo que el apoyo humano de los sistemas de inteligencia artificial para intervienen en esas tareas es especialmente importante.

Y citan el caso de los robots que ayudan a personas discapacitadas a comer, los que ayudan a ancianos o personas discapacitadas a caminar, o los que administran medicamentos o proporcionan a las personas una estimulación cognitiva; "es vital que los seres humanos proporcionen los componentes éticos y empáticos que un robot por sí solo no puede ofrecer".

El estudio que ha elaborado el Instituto de Economía Digital de la escuela de negocios ESIC incluye un directorio de más de cien herramientas basadas en la inteligencia artificial que han sido seleccionadas por los expertos que han participado en el informe y que pueden contribuir a impulsar la innovación de las empresas en numerosos campos, desde su productividad hasta sus servicios legales.