Rebeca Palacios

La divulgación científica en los medios de comunicación y en las redes sociales "no tiene vuelta atrás", ha asegurado a Efe el matemático y divulgador Eduardo Sáenz de Cabezón, para quien el humor es una herramienta que convierte la ciencia en divertida y en un recurso "para todos los públicos".

Sáenz de Cabezón (Logroño, 1972) compagina su labor docente en la Universidad de La Rioja con la investigación en álgebra computacional y la divulgación, como fundador del grupo Big Van Científicos Sobre Ruedas y presentador del canal de Youtube "Derivando".

Tras conducir la quinta temporada del programa divulgativo de La 2 "Órbita Laika", el investigador ha asegurado que el éxito de este espacio televisivo ha demostrado que "la ciencia es parte de la cultura de masas contemporánea" y ha logrado contarla de "una forma divertida".

"No encuentro la ciencia divertida, la encuentro apasionante", ha asegurado este doctor en Matemáticas, quien cree que "dentro de los múltiples registros que se pueden utilizar para la comunicación científica, el humor no se había explotado demasiado".

A su juicio, se trata de "naturalizar" la conversación sobre ciencia, "sin ponerse solemnes", para lo que se pueden utilizar muchos registros y el entretenimiento ha funcionado muy bien, algo que comprobó este cuentacuentos tras ganar el concurso de monólogos científicos Famelab 2013 con "Un teorema es para siempre".

Hace unos años, la ciencia que se difundía en medios como la televisión se dirigía a un público culto, aunque hubo "grandes excepciones", como la serie televisiva "Cosmos" en Estados Unidos o "El hombre y la tierra" en España, ha precisado.

Actualmente ya no se emiten "grandes transatlánticos" como estos programas, pero ha precisado que en los medios de comunicación y en las redes sociales ya navegan "muchos barcos" en el mar de la divulgación científica.

Entre estos nuevos comunicadores cita a Marián García (Boticaria García) quien realiza divulgación sobre nutrición en prensa y en redes sociales, principalmente Instagram; y también destacaa Débora García Bello, quien profundiza en contenidos de química.

También resalta la labor divulgadora que desarrollan José Edelstein y Andrés Gomberoff, quienes han publicado recientemente el libro "Einstein para perplejos", o José Ángel Murcia con "Y me llevo una", sobre matemáticas.

Al margen de su labor divulgadora, Sáenz de Cabezón acaba de publicar "El árbol de Emmy", en el que glosa la figura de la alemana Emmy Noether (1882-1935), considerada la "mejor matemática de la historia".

A pesar de que sus aportaciones sobre álgebra abstracta y física teórica supusieron una revolución para los investigadores de los siglos XX y XXI, Noether es todavía "una gran desconocida", lamenta.

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Sáenz de Cabezón cierra cada capítulo con unos hilos de Twitter sobre mujeres matemáticas que hicieron hace un año, a petición suya, "Los tres chanchitos", un grupo de divulgación formado por Enrique Borja, Clara Grima y Alberto Márquez.